martes, 21 de marzo de 2017

El cuentacuentos

(Bueno hoy vamos a inaugurar una nueva sección en el blog; gracias a las ideas de mis amigos al fin me anime a subir algunas reseñas sobre mis libros favoritos. La sección se llamara la estantería de la bruja y no solo subiré reseñas, también hablare de temas relacionados con literatura y lectura en general. Espero les guste y puedan encontrar alguna buena lectura.)




La historia se desarrolla en el invierno alemán y trata de Ana y Abel, dos chicos de 17 años en su último año de preparatoria, que aparentemente no tienen nada más en común más que eso. Ana es una niña soñadora y amable que para Gitta (su mejor amiga) vive en su burbuja color de rosa, mientras que Abel es un misterio, lo único que sabemos de él es que todos lo llaman el mercader polaco (pues es hijo de inmigrantes) ya que es un dealer; siempre esta callado, con mirada ausente  y con los audífonos puestos, esto es todo lo que Ana (y el resto del mundo) sabe de él hasta que un día Ana encuentra una muñeca en la sala de estudiantes que resulta “ser” de la hermana de Abel, Ana esta intrigada por el mercader polaco así que lo sigue y descubre que sí, tiene una hermanita, a partir de ahí sus vidas quedaran entrelazadas y sus destinos sellados, pues esta no es una historia de amor, sino una novela negra de terror; así que se los advierto de una vez: esta historia no puede tener un final feliz.  Hasta aquí la trama, el resto lo tienen que descubrir ustedes.

Opinión

Esta novela es BRUTAL, desgarradora y despiadada con el lector, es una de las pocas novelas que ha logrado que cuando la termine, sentí que algo dentro de mi hizo crack (es relativamente fácil que yo llore con una novela triste, pero no tanto que un libro logre que al terminarlo, sienta que algo en mi murió) pero a pesar de todo eso es una historia hermosa, hermosamente desgarradora. Antonia Michaelis  creo una historia bellísima, pero muy muy dura pues trata temas “tabú” como las drogas, el abuso infantil, la violencia, la depresión, las autolesiones, el asesinato y la muerte, todo en un libro PARA NIÑOS. Así es, la novela está clasificada para niños y no se dejen engañar por la portada, esta historia es todo menos “bonita” o “infantil”, con su primera línea (sangre, sangre por todas partes) ya deja claro para donde va. Es uno de los mejores libros que he leído, mezcla la fantasía y la realidad  a lo largo del cuento que Abel le va contando a su hermanita (que por cierto, no le pierdan la pista), mientras nos va dejando pistas para resolver el misterio que se va desarrollando al redor de Micha y Abel. Es una novela dura, no lo voy a negar. Nos enfrenta con una realidad que muchas veces preferimos ignorar: la violencia contra los niños, el maltrato, las drogas, el dolor, sufrimiento y negligencia del que muchos chicos son víctimas a diario en todo el mundo. Nos confronta con esa otra cara de la realidad, la cara más oscura y dolorosa, aquella donde no todas las infancias son felices ni mucho menos fáciles. Hay mucho dolor en estas páginas, muchas cosas malas pasaran, pero también cosas muy bellas y esperanzadoras. En una palabra esta lectura es agridulce, como la vida misma.

Admito que la identidad del “culpable” puede no resultar muy original, pero eso es lo de menos, la construcción del suspenso y paranoia que logra Antonia es magistral y cuando todo se revela, la verdad te golpea en la cara con toda su fuerza. Pues todo el tiempo lo supiste, él cuenta cuentos te fue dejando pistas, pero aun así te negabas a aceptarlo, Antonia sabe cómo dejarte un resquilo de esperanza sobre que lo que estás pensando no es cierto. Pero más allá de la identidad del culpable o si lo que hizo (y como lo hizo) es plausible o no, la realidad es que cuando comienzas el libro eres como Ana (inocente, con sueños y esperanzas) y cuando lo terminas, te das cuenta que evolucionaste con Ana, que fuiste testigo de una maldad inimaginable, de un sufrimiento indecible y un mundo cruel como pocos. Este libro te trastoca en formas que ni siquiera creías posibles, pues mueve fibras sensibles muy profundas sin tener que recurrir a la lágrima fácil o al drama barato. Te muestra la vida cruda y sin censura, así como va seco y sin anestesia. Y eso, da más miedo y te destroza  más que cualquier drama sentimentaloide gratuito.

Ahora que también hubo cosas que no me gustaron, una de ellas es lo necia y excesivamente inocente que es Ana para su edad. Entiendo que es un recurso que Antonia usa para dar esa sensación de cuento de hadas, pues ella cree que Abel es un príncipe que la protegerá de todo mal; y si bien él tampoco es la peor mierda del universo, lo cierto es que el a hecho cosas malas y lo que hay detrás de su aparente tranquilidad no es mejor. Sé que Ana es una metáfora de lo que significa volverse adulto: perder la inocencia, endurecer un poco la piel y chocar de bruces contra la vida, pero muchas de sus actitudes (aunque yo eh conocido gente que se comportaba muy infantil para su edad) y sobre todo su terquedad e insistencia por entrar en el mundo de Abel, a pesar de las advertencias sobre lo peligrosa de su vida, me desesperaron mucho a lo largo de la novela. A veces me daban ganas de entrar al libro, darle una cachetada y decirle “¡espabila hija mía! ¿Que no ves que te estas metiendo en la boca del lobo?”. Pero bueno eso es nada en comparación con  la historia en su conjunto.



NOTA: A partir de aquí voy a escribir un pequeño spoiler porque necesito desahogarme sobre algo que pasa en el libro, así que si no quieren leerlo pueden saltarse esta parte y yo les avisare cuando acabe el spoiler.


Si hubo algo que me destrozo completamente a lo largo del libro, fue la historia de Abel, como siendo solo un chico se tuvo que enfrentar y pasar por cosas tan horribles. Pero sin duda lo peor fue cuando dice “apretar los dientes no es tan difícil” cuando Ana descubre que se prostituye con viejos para conseguir algo más de dinero, cuando sabemos que su padrastro abuso de él, que su madre es una estúpida e inútil cobarde que para lo único que sirvió fue para suicidarse, que él tuvo que cargar con todo esto en silencio para evitar que Micha sufriera, para dejarla vivir en el mundo que él cuenta cuentos le construyo, para protegerla. La historia de Abel es una de las más desgarradoras que leído y si a eso le agregamos que el en ningún momento se hace la víctima, sino al contrario, asume estoicamente las consecuencias de sus actos y toma algunas de las decisiones más difíciles a las que una persona se puede enfrentar, pues ya pueden imaginarse porque el pasó a ser uno de mis personajes favoritos.

La escena que más me impacto fue cuando sabemos lo que paso con su profesor (que no logro recordar su nombre, lo siento), que fue lo que Abel le dijo y la difícil decisión que tuvo que tomar, pero por sobre todo, la reacción de Abel, la imagen que esa descripción creo en mi mente se quedara grabada con fuego para siempre.

*FIN DEL SPOILER* 

Definitivamente es una de las mejores novelas que he leído en mi vida. Juega con tus emociones, los apuñalara en el pecho, les arrancara el corazón, lo pisoteara, lo despedazara, escupirá en sus restos y luego les echara sal y limón en la herida (si, así de brutal es) pero créanme que lo vale, ese final vale eso y mucho más. Recomendado al 100% es un 5/5.  


domingo, 5 de marzo de 2017

No eres un lector verdadero si…

Cuántas veces no eh leído y escuchado la frase que da título al post: “no eres un lector verdadero si no les clásicos, si solo lees juvenil, si no has leído a fulano, si no lees tal género, bla, bla, bla” y me jode tanto esa actitud, porque estrictamente un lector es alguien que lee asiduamente, ya está, vale verga que sea lo que lea, puede incluso ser un lector de revistas y para fines prácticos lee asiduamente algo. ¿Y saben que es lo peor?, que este tipo de comentarios y actitudes ridículas vienen de los mismos “lectores” o de quienes se dicen ser “lectores muy cultos” o los “lectores de verdad” que se supone han leído mucho o les gusta leer, ¿irónico no? Esta actitud tan snob en la lectura (y las artes en general) me enerva como no tienen idea esta actitud tan ridícula y sin sentido.

Pero vayamos por partes: ¿existen los lectores verdaderos? NO, o al menos a mí no me parece necesario hacer esta “distinción”. Recuerdo que en mis tiempos (que vieja me escuche con eso o_o) cuando era una niña, la lectura solo era un hobie mas, no te hacia especial, era como decir que te gustaba la natación o tocar la guitarra, era un pasatiempo o afición más. Probablemente te hacia un poco “distinto” si no eran muchos los niños de tu edad que leían como hobie, pero aun así no era nada extraordinario. En cambio ahora todo el mundo se siente tocado por dios por el simple hecho de leer, se sienten superiores, más intelectuales y “cultos” por leer y peor aún, juzgan como inferiores a los que no leen lo que a ellos les gusta. Por esto los fandoms se vuelven tóxicos.

Leer un género en especial o leer solo clásicos o escritores de culto o cualquier otra gilipolles no te vuelve mejor lector, es más, leer no necesariamente te vuelve mejor persona o más inteligente, de hecho ese tipo de actitudes son todo lo contrario a una persona culta o inteligente, te vuelven un imbécil farol y pretencioso que solo busca llamar la atención. Finalmente un verdadero lector si nos queremos poner estrictos, un verdadero lector es aquel que disfruta la lectura, que entiende el mensaje que el escritor quería trasmitir y además es crítico con esa lectura. Un verdadero lector no es aquel que lee solo clásicos o que lee chorromil libros al año, un lector real entiende que cantidad no es igual a calidad, ni tampoco el que un libro pertenezca a X género lo convierte automáticamente en mierda o una joya por sí mismo. Este tipo de actitudes es lo que hace que mucha gente se aleje de la lectura o les parezca algo aburrido y pretencioso.

Detengámonos un segundo en estos últimos argumentos que mencione. En primera lo de leer montones de libros al año. Mi pregunta sería ¿estas entendiendo algo de lo que leíste? ¿Lo disfrutaste mínimamente? no estoy diciendo que no haya gente que no pueda leer mil libros al mes, entenderlos y disfrutarlos realmente, pero son pocos; las más de las veces cuando alguien “lee” mil libros en un mes, no entendieron un coño de lo que leyeron o solo se enteraron de la mitad, y ya ni hablamos de hacer una meta lectura de lo leído. Lo cual es irónico (y triste) porque esto último si te hace un lector; no se trata de solo leer y ya (que un analfabeta funcional puede hacer), el autor narro algo pero la capacidad de análisis y critica que uno tenga sobre lo que nos narraron es lo que distingue a un lector de una persona que solo paso los ojos por las páginas. Pasemos al segundo argumento: el que un libro pertenezca a un cierto género o este etiquetado de cierta manera ya lo hace bueno o malo per se. Pues no cabeza de huevo, esta es otra de sus pretenciosas gilipolleces que me fastidian la vida. A ver niños, porque un libro sea etiquetado bajo un cierto género o se pensó originalmente para un público especifico (que esto muchas veces obedece más a criterios comerciales que otra cosa), no lo hace bueno o malo de por sí, existen libros catalogados “para niños”, como el principito, que su contenido no se restringe solo para un público infantil, tu puedes leerlo con 8, 17, 30 o 70 años y entenderás  cosas distintas. Y lo mismo pasa con los libros “juveniles” o “new adult” (aquí esta una perfecta muestra de cómo estas etiquetas son más comerciales que otra cosa) no por ser dirigidas a un público “joven” significa que las historias deban ser insulsas, vacías o simplonas. Existen bueno y malos escritores en todos los géneros, en todas las épocas y en todos los países. No porque leas algunos escritores poco conocidos o de hace 200 años significa que seas alguien especial palurdo mamon, ni tampoco te vuelve más inteligente o mejor persona. Esas son cosas que no necesariamente están ligadas a la lectura; empezando porque hay muchos tipos de inteligencia (y la lingüística solo es un tipo) y el ser mejor persona se compone de muchas cosas, de actitudes, acciones e ideas que no siempre provienen de que uno lea mucho o poco.

Aunque saben, si hay un argumento válido sobre los géneros y es que un verdadero lector lee de todo y cuando digo de todo, es DE TODO. Pongámoslo en un ejemplo práctico: yo. Soy lectora asidua más o menos desde los 9-10 años y desde entonces he intentado leer de todo tipo de libros: clásicos, contemporáneos, libros muy recientes, autores jóvenes, adultos, viejos, de mujeres, de hombres, novela asiática, latinoamericana, de Europa del este, infantiles, juveniles, adultos, eróticos, novela negra, biografías, ensayo, novela epistolar, crónica, diarios, terror, fantasía, de amor, realismo mágico, novela histórica, novela costumbrista, de comedia, ciencia ficción, novela política y seguramente varios subgéneros más que se me escapan en este momento. Pero el punto es que un verdadero lector es quien se preocupa por leer de todo tipo de libros, temas, géneros o latitudes dentro de lo que se puede; ¿todos estas historias/géneros me han gustado? No, algunos no son mi tipo de libros pero lo importante aquí es que he intentado probar de todo para poder opinar y poder decir que soy una lectora en todo el sentido de la palabra. Quienes me conocen saben que a pesar de haber leído fácil ya mil libros en toda mi vida (joder no me había dado cuenta de lo enorme que es esa cantidad) no soy alguien mamon ni mucho menos pretenciosa respecto a la lectura, para mí es un hobie que me gusta muchísimo, que disfruto mucho pero que también respeto y por ello soy critica (mas no pretensiosa o intelectualoide) con lo que leo, con los autores y con su forma de escribir, además que siempre estoy abierta a aceptar una recomendación o una crítica a una obra que a mí me gusta mucho, me gusta conocer otros puntos de vista, otras lecturas de una misma historia. Esto mis niños, es la actitud que un verdadero lector debería tener en  mi opinión. Una actitud abierta, crítica y sobre todo humilde respecto a lo que uno puede o no saber.

Y ustedes que opinan ¿se han topado con gente así de mamona? ¿Les parece que leer te vuelve más inteligente, culto o especial? ¿Para ustedes que es un verdadero lector? Espero sus respuestas en los comentarios. Me despido y nos leemos la próxima vez