“creepypastas”
joder si esto es viejo. Seguramente muchos de ustedes se han topado con esta
palabra navegando por internet (sobre todo en los últimos años) o incluso la
llegaron a ver en las noticias hace unos años. Pues bueno, esta palabra se
refiere a uno de los fenómenos más curiosos de internet que a la vez tiene que
ver con una de las actividades más viejas de la humanidad: contar historias de
terror. Para entender esto tenemos que remontarnos al ya lejano 2007 cuando
este fenómeno se estaba comenzando a cocinar.
Por
aquel entonces empezaron a surgir fotos editadas (que en ese entonces no se sabía
cuáles eran editadas y cuales no) en algunos foros como 4chan y Something
awful. Las fotos eran perturbadoras y escalofriantes y venían acompañadas de
alguna pequeña descripción o historia sobre lo que se veía en la foto. El
termino creepypasta surgió de unir la palabra “creepy” o horripilante en inglés
y el término “copy-paste” (copiar y pegar). Esto porque las creepys suelen ser
historias que se copian y pegan en diferentes foros o páginas de internet
muchas veces sin verificar redacción o la traducción (si están en otro idioma)
y a veces agregándole de su cosecha a la historia. Digamos que las creepypastas
vienen siendo las leyendas del siglo XXI; incluso algunos investigadores y
académicos han visto en este tipo de fenómenos de internet la evolución de
tradición oral clásica de los pueblos, donde se trasmitían historias de
generación en generación y poco a poco la historia original se diluía pues cada
nuevo trasmisor agregaba algo al relato.
Pero
internet tiene un punto extra que es la viralidad y la falta de reglas o
jerarquías que imperan en internet. Esto ha permitido, lo que algunos han
llamado “cultura participativa” donde el espectador no es solo un ente pasivo
que recibe la obra y ya, sino que puede modificarla y crear algo nuevo. Esto permitió
el surgimiento de cosas como Wikipedia, los fanfictions, por supuesto las
creepypastas. Estos relatos de terror (sobrenatural o no) han proliferado desde
aquellos tiempos y la comunidad de creadores sigue creciendo.
Si
bien existen creepypastas de lo que sea, algunas de las más famosas son
aquellas que tienen como protagonista a algún personaje o entidad
característica: slenderman, zalgo, Jeff the killer, eyeless Jack, ticci toby,
etc. En su mayoría son personajes que iniciaron con una historia muy breve
contada casi siempre como testimonio de alguien que sobrevivió y decidió
contarlo en internet. A partir de ahí los demás usuarios comenzaron a
viralizarlas y crear sus propias ficciones que enriquecían el universo de este
personaje. Varios de estos personajes se han convertido en iconos de la cultura
pop al punto de inspirar juegos indies, comics, ilustraciones, animaciones y
hasta series live action del tipo found footage (como marble hornets o croatian
files). Son leyendas de internet y se han ganado su lugar como uno de sus
fenómenos más populares y trascendentes al punto de tener repercusiones más allá
del fandom. No siempre para bien como lo demostró aquella noticia del 2014
donde dos niñas trataron de asesinar a una tercera para ganarse el favor de
Slender (ven porque los niños no deben andar solos en internet). Aun con esas,
las creepys no dejan de surgir y los universos de las ya existentes no dejan de
crecer.
Junto
a las historias originales existen aquellas basadas caricaturas o videojuegos,
la mayoría de estas se basan en episodios perdidos, cartuchos malditos o el
verdadero origen de alguna serie, película o personaje. Casi siempre tratando
de videos snuff, gore o deformaciones macabras de un episodio regular que
termina con la muerte de algún personaje (el suicidio de calamardo o suicide
mouse) o que el trasfondo de la obra era mucho más obscuro de lo que parecía. Este
tipo de creepys son las que resultan más repetitivas, pues cuando has leído las
más famosas, ya has leído prácticamente todas las que existen pues sus
estructuras son tremendamente similares y algunas ya de plano son copias
descaradas de las más antiguas (solo cambian el nombre de los personajes).
Después
de esta pequeña introducción, pasemos al asunto que da nombre a este post: las
creepypastas son las leyendas del siglo XXI. Como ya dije estas historias
surgen un poco de la nada; un día a un usuario se le ocurre imaginar alguna
historia de terror original o basada en algo ya existente, la cuelga e internet
y, como expliqué en el post sobre las reglas de internet, a alguien le gusta,
la repostera y la cadena empieza. ¿les suena familiar? Porque así es como
funciona la tradición oral. Alguien narra alguna historia, los que la escuchan
la reproducen una y otra vez de persona en persona y muchas veces, de
generación en generación. Al paso del tiempo la historia original se deforma o
surgen variantes, pues evidentemente con cada repetición algo se perdía o algo
se agregaba.
Las
creepypastas casi parecen la evolución lógica de las historias de terror que
nos contábamos a la luz del fuego. La era digital permitió que las leyendas de
cada región del mundo, fueran conocidas por todos y a la par que algunas
leyendas urbanas fueron surgiendo. Como ya dije muchas de las creepys más
viejas o famosas no tienen una autoría del todo clara y evidentemente los
universos creados alrededor de los personajes se han expandido mucho desde que
aparecieron los mismos. Y esto último es precisamente lo genial de este
fenómeno, que podemos ser partícipes de la creación de una nueva leyenda. En la
antigua tradición oral nosotros solo nos limitábamos a repetir la historia que
ya se conocía, pero en las creepypastas tienes la oportunidad de aportar y/o
crear algo nuevo. Es una oportunidad para que surgen nuevos escritores de
terror. Y sí, estoy consciente de que no porque todos podamos escribir algo
significa que sea bueno, pero la cosa es que sin una plataforma tan amplia como
la que da internet, muchos de los talentos que estén en medio de toda la mierda
no saldrían a la luz tan fácilmente.
Las
creepys (al igual que internet en su conjunto) han traído una democratización
de las letras impresionante, cualquiera puede intentar escribir su propia
creepypasta (sea con un personaje sobrenatural o solo como una historia de
terror más) y eso me parece algo muy positivo (que la calidad de todo lo que
suba sea buena es otra historia), pero igualmente han traído consecuencias
curiosas, como su repercusión en el imaginario colectivo. Supongo que, aunque
sea de refilón habrán oído hace como 2 años la noticia de unas niñas que
apuñalaron a una compañera porque Slenderman se “los ordeno”, pues no han sido
el único caso. Los humanos somos curiosos, porque si bien tenemos una capacidad
de intelectual superior a la mayoría de los animales, a veces hacemos cosas
tremendamente irracionales justificándonos en los sobrenatural. Y ok, si, las
morras eran “influenciables” pero chiquitas precisamente ya no estaban, sabían
perfectamente que lo intentaron hacer era un asesinato, aun si lo justificaban
con Slendy, sabían que iban a matar a la otra niña. Y aun sobre la parte
influenciable, insisto en algo que ya había dicho brevemente en post anteriores
(y le dedicare un post propio) ¿qué hace alguien menor de 12 años solo en
internet?
La
cosa aquí no es si las creepypastas y demás contenido “sensible” debería ser
censurado y retirado de internet, la cuestión es que los niños no deberían
andar solos en internet. Si dejarlos solos frente a la televisión ya era
peligroso (y déjenme decirles que los filtros para que algo salga en la TV son
mucho más estrictos que en internet) no tienen idea de la poca censura (porque
admitámoslo podría ser peor) que existe en los cometidos online y lo fácil que
es encontrar cosas no aptas para un niño (y no hablo solo de porno) y se los está
diciendo alguien que ha estado sola en internet más o menos desde los 11 años
(y si, vi cosas que no debí y algunas que hubiera preferido no verlas a esa
edad, pero el morbo pudo más). La Tablet o YouTube no son niñeras (tampoco lo
es la TV o los videojuegos) y por muchos candados y filtros parentales que le
pongas, habrá cosas que se colaran (no sería la primera vez que eso pasa), por
lo que más quieran, no dejen a los morros solos en internet y menos los dejen
ahí las horas, porque así como ustedes son libres de criar a sus hijos como
quieran, los demás somos libres de crear y subir lo que queramos a internet
(para bien y para mal) y si ustedes no están atentos de que ven sus hijos, no
vengan luego a chingar a los creadores de contenido o los internautas por que
el niño haya visto algo que no debía.
Y
aclaro esto porque después de los casos como los de las niñas que mataron por orden
de Slendy, hubo mucha gente que se puso súper intensa y encabronada con querer
prohibir las creepypastas o que los autores fueran censurados y al menos desde
mi óptica esa no es la solución. Censurar un contenido que evidentemente no es
apto para niños, solo porque ellos están accediendo al mismo por falta de
supervisión es echarle la bolita al creador que escribió esto en primer lugar
pensando en un público de adolescente a adulto, en vez de al adulto que está a
cargo del niño y debería estar al pendiente de que mira o no en internet. Y es
que también la excusa de la susceptibilidad y el ser influenciables es una
tontería, porque estas asumiendo que los niños son tontos y que tú como adulto
no eres capaz de cumplir con tu papel y guiarlos para que adquieran un
criterio. Además, que personas influenciables hay en cualquier rango de edad.
Los creadores de contenido no pueden hacerse responsables por todo lo que otros
interpreten o hagan a partir de su obra, uno solo es responsable de sus propios
actos.
Aun
con estas polémicas y cosas malas que han surgido alrededor de las
creepypastas, me siguen pareciendo un fenómeno muy interesante, pero FICTICIO;
se ha vuelto importante aclarar esto, las creepypastas NO SON REALES. Puede que
alguna (sobre todo las que se tratan de acosadores o asesinos) se hayan
inspirado en hechos reales, pero de eso a ser una historia real hay mucha
distancia. Es como todo lo que se cuenta de la Deep web, la mayoría de los que
llevamos rato en internet sabemos que mucho de lo que se cuenta de ella es
falso, no es tan grande ni tan interesante como piensan (y no es tan fácil dar
con cosas realmente turbias), de hecho, probablemente la Deep web se ha
convertido en una creepypasta en si misma; un mito alimentado por todo el halo
de misterio que la rodea y ha hecho creer a muchos que las historias son
reales.
Pues
bueno, en general este es el panorama actual del terror en la era de internet,
muchas ideas de películas slasher actuales han surgido de internet, de sus
leyendas y hasta de sus monstruos. Las creepypastas se han convertido en parte
de la cultura pop del siglo XXI, muchos de sus monstruos son ya iconos del
terror moderno, han permeado en toda clase de productos de entretenimiento, ya
no solo películas, sino videojuegos, fanfiction, ilustración y música. E
incluso provocaron uno de los mejores proyectos de este tipo que existen en
internet: la fundación SCP. Un creepypasta bastante elaborado y entramado en
forma de página web. Se trata de un portal donde se “liberan” archivos secretos
de una supuesta fundación encargada de encontrar, atrapar y aislar a diferentes
criaturas u objetos sobrenaturales/extraterrestres que pueden causar daño a la
población. Si entran a la página verán que está bastante bien hecha y de hecho
a primera vista da el pego de ser algo real hasta que empiezas a leer y ves que
los supuestos “archivos clasificados” están al alcance de todos. Es una página
interesante y lo mejor es que es un proyecto colaborativo, pues gracias a la
comunidad ha ido creciendo el número de SCP´s que aloja.
En
resumidas cuentas, las creepypastas son la evolución lógica de las leyendas de
tradición oral que se han compartido desde que el mundo es mundo. Es
interesante ver como lejos de lo que se creía hace unos años, internet no ha
destruido aquellas cosas que surgieron en medios analógicos, sino que lejos de
eso, estos han sabido adaptarse y mudarse a estas nuevas tecnologías. Puede que
en algún momento ustedes hayan leído alguna historia de terror en internet sin
saber que era una creepypasta, o ya las conocían, ¿les gustan? ¿Qué opinan de
este fenómeno? Espero sus respuestas en los comentarios. Me despido y nos
leemos la próxima vez.
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