(hace un rato pregunte en mis redes sociales si querían leer algunos de los cuentitos que tenia escritos y guardados, así que aquí estamos. Por mucho tiempo este cuento no tuvo nombre ya que se lo regale a un amigo por navidad, cuando estaba pasando un mal momento en su vida y quería animarlo, así que el titulo es algo medio provisional porque sigo sin estar conforme con el. Como ultima aclaración, cambie el nombre de mi amigo, quien es el protagonista de la historia; dicho esto, comencemos)
Llevo mucho tiempo ahorrando para
comprarme un telescopio propio, y por fin el mes pasado pude comprarlo, justo a
tiempo para ver la lluvia de estrellas, y fue ahí donde todo cambio. Estaba
viendo las estrellas cuando algo llamo mi atención
-¿qué rayos es eso?- enfoque el
telescopio hacia una “estrella” que parecía más brillante y cercana, cuando
logre enfocarla fue cuando me di cuenta que se estaba acercando mucho y termino
cayendo en una colina a las afueras del pueblo.
-¡no puede ser!, ¡tengo que
verlo!- guarde el telescopio lo más rápido que pude y baje del techo corriendo
(casi me caigo), tuve suerte de que ese día no hubiera nadie en casa, así que
solo tome mi chamarra, mis llaves, mi mochila y salí corriendo por mi bicicleta
para ir a buscar lo que sea que fuera eso que vi caer en la colina. Estaba tan
emocionado que ni si quiera hice caso del cansancio de mis piernas por pedalear
a toda velocidad sin parar hasta las afueras; para cuando llegue me di cuenta
de lo oscuro que estaba todo, revolví mi mochila esperando que tuviera algo con
que alumbrarme, por suerte encontré una pequeña linterna que aun tenia pilas.
-al menos hay luna llena- pensé mientras me adentraba en la maleza para poder dejar la bicicleta junto a algún árbol. Camine un rato tratando de ubicarme sobre donde pudo haber caído, pero eras más difícil de lo que pensé.
– ¡no es posible que algo tan grande no haya dejado un rastro!- y tenía razón; lo encontré, un rastro de destrozos, arboles dañados, quemados y tierra removida por todas partes. No fue difícil encontrar el camino. Ahí estaba, en medio de un enorme cráter, una especie de nave espacial medio rota.
–no puede ser…- estaba muy emocionado pero no me acerque,
me escondí detrás de unos arbustos para poder observarlo, fue ahí cuando me di
cuenta que algo estaba saliendo de la nave. Se levantó una escotilla y lo vi, parecía
un niño pequeño, se veía aturdido por la caída, intento salir pero se desplomo
con una expresión de dolor; salí corriendo de mi escondite y aun en contra del
sentido común fui a ayudarlo
-¿estás bien?- le pregunte
agachándome hacia el
-eh?-parecía confundido – ¡iiiiik!-
soltó un chillido y salto hacia atrás, se veía asustado.
-¡tranquilo, solo quiero ayudarte!- seguía soltando chillidos e intentaba golpearme mientras estaba hecho un ovillo al fondo de la nave – ¡no quiero lastimarte!, ¡mira!- levante mis manos y le mostré que estaban vacías y me aleje un poco, eso pareció calmarlo
–está bien, solo quiero ayudarte, ¿me entiendes?- soltó algunos sonidos extraños en lo que supuse seria su idioma
–lo siento, no puedo entenderte -el tampoco parecía entenderme, así que trate de darme a entender con señas.
Le pregunte si podía salir y pareció entenderme así que le tendí la mano para ayudarlo a incorporarse pero en cuanto puso el pie izquierdo en el suelo de nuevo soltó un chillido y se encogió de dolor, fue entonces cuando repare en su apariencia. De lejos parecía un niño, pero tenía el cabello violáceo, la piel muy pálida, casi como muerto; los ojos mucho más grandes que un humano y sus pupilas eran como las de un gato y sus “pies” tenían una forma extraña como las patas de un fauno; y aunque tenían una forma extraña me di cuenta de que su ¿tobillo? Izquierdo se veía hinchado y se doblaba en un ángulo diferente al derecho, supuse que estaría roto o por lo menos esguinzado
– te ayudo a bajar- lo rodee por la cintura con el brazo para ayudarlo a ponerse de pie y note que era mucho más ligero de lo que pensaba –no puedo dejarte aquí, estas herido, vamos te llevare a casa-
En cuanto intente alejarme de la nave se tensó –tranquilo, volveremos por ella, pero tu pie puede estar roto, tenemos que inmovilizarlo- pareció relajarse cuando le hice señas de que volveríamos. Le ayude a subir a la parrilla de la bicicleta y eche a andar de regreso a casa, ya pasaba de las 2 de la mañana así que no había mucha gente que pudiera vernos.
Cuando llegue a casa, (para variar) seguía solo, por una vez esto servía de algo. Ayude al pequeño alíen (aun no sabía su nombre) a caminar y subir las escaleras a mi cuarto, tenía que esconderlo no podía dejar que alguien lo descubriera –quédate aquí, ya regreso- lo deje sentado en la cama y le hice señas para que me esperara, parecía que por fin nos estábamos entendiendo un poco. Fui a buscar vendas y algo para desinflamar el pie.
Cuando volví lo encontré sentado en el suelo con mi guitarra en las manos – ¡ten cuidado!- corrí hacia él y le quite la guitarra
Enseguida me di cuenta de lo estúpido que fue eso –perdona, es que es lo más valioso que tengo, ¿sabes tocar?- le volví a dar la guitarra esperando a ver que hacía.
El la puso en su regazo e intento tocar pasando ambas manos por las cuerdas –tienes que poner una mano en el mástil apoyando los dedos sobre las cuerdas y con la otra mano las haces vibrar- le coloque las manos en posición esperando que pudiera tocar algo
–ves, inténtalo ahora, pasa los dedos por las cuerdas- lo hizo pero el sonido no fue el mejor, aun así el parecía emocionado, pasamos unos minutos ahí sentados, mientras yo trataba de enseñarle a sacar un acorde, hasta que la guitarra se le resbalo y le golpeo el pie
–¡iiik!- volvió a chillar y fue como recordé que estaba herido
–¡tú pie! Lo había olvidado, ven- deje la guitarra en su lugar y lo ayude a sentarse de nuevo en la cama, se veía más hinchado que antes pero parecía poder moverlo un poco así que supuse que no estaba roto
–probablemente te duela pero creo que esta fuera de su lugar así que voy a acomodarlo, quédate quieto- moví su pie y lo acomode lo mejor que pude para que se viera como el derecho, pues supuse que esa era su posición normal; lo vende y le puse una bolsa de hielo
– supongo que ya está, ¿estás bien? ¿Tienes alguna otra herida?- no parecía entenderme del todo y de nuevo tuve que hacer señas para tratar de hablar con el
–sabes esto no va a funcionar muy bien, ¿no hay
alguna forma de que podamos entendernos mejor?- le pregunte mientras hacía
señas para que me entendiera, él se quedó callado un momento y después sonrió,
señalo una de sus manos y vi como las puntas de sus dedos se aplanaban,
parecían alguna especie de electrodos o los tentáculos de un pulpo.
Ahora era el quien hacia señas, señalaba su mano-tentáculo, luego su cabeza y luego movía su otra mano como indicando que hablara
– ¿quieres poner
eso en mi cabeza?- yo también hacia mímica. El asintió yo lo deje hacerlo;
realmente se sentían como tentáculos y poco después de que pusiera su mano en mi
cabeza sentí una especie de descarga eléctrica que me nublo la vista y casi me
desmayo
-¿estás bien?- no identifique de
inmediato de dónde provenía la voz –la mayoría se desmaya, parece que tu solo
estas aturdido- por fin logre enfocar y fue cuando me di cuenta de que quien
hablaba era el pequeño alíen
– ¡¿puedes hablar?!
-claro, para eso absorbí tu
información
-¿tú que…?
-absorbí tu información con mis electrodos,
sino como podríamos entendernos
-¿pero cómo es que…absorbiste…mi
información?
-mi raza puede absorber pequeñas cantidades de información del
cerebro de otros organismos conectándonos a su sistema nervioso mediante
electrodos craneales, así es como pude aprender tu lenguaje, te llamas Daniel ¿cierto?
Yo soy Tradgrium, gracias por salvarme
Estaba perplejo, aun no procesaba
lo que pasaba, tenía a un alíen frente a mí y me estaba hablando en español
-¿Daniel? Estas bi…
Dequeplanetaerescomoteesterllasteestasmuylejoscomoestuplanetasabendenosotrosquetecnologiatienescuantosmascomotuhayquerazasesieten…
Lo bombardee con mil preguntas en
30 segundos; recién en ese momento se desbordo toda la emoción que había estado
conteniendo, ahora podíamos hablar y había tantas cosas que quería preguntar.
Después de soltar mi torrente de verborrea por fin me calme y pude empezar a
hablar coherentemente.
-perdona, es que no me creo que
este frente a un ser de otro planeta, pero primero ¿Cómo fue que llegaste a
aquí?
-bueno es una historia un poco
larga, iba camino al sector 8 de Cepitris II pero me topé con una enorme
tormenta gravitacional, no logre escapar de ella y mi nave fue arrastrada fuera
de curso, perdí completamente el control y los sistemas empezaron a fallar.
Para cuando pude salir de la tormenta, me di cuenta que el sistema de
navegación estaba dañado así que no sabía dónde me encontraba, por suerte el
resto de los sistemas parecían funcionar así que navegue un rato sin rumbo
buscando algún planeta con atmosfera donde pudiera aterrizar y este parecía ser
el más cercano así que me dirigí el, pero en cuanto entre a la atmosfera un
meteorito golpeo uno de los propulsores y el sistema estabilizador colapso; en
realidad todo comenzó a fallar, así que la nave comenzó a caer sin control y a
sobrecalentarse por la fricción. No tuve más opción que eyectarme en la capsula
de escape, tuve suerte de que ningún meteorito me golpeara al salir. Y…eso es
todo, lo siguiente que recuerdo eres tú frente a mí, supongo que me golpee la
cabeza durante la turbulencia y me desmaye.
Estaba atónito, realmente era un
extraterrestre, su apariencia era mucho menos extraña de lo que hubiera
imaginado; si no fuera por sus ojos y pies podría pasar por un niño muy pálido,
un niño con cabello violeta y una especie de traje espacial de neopreno. Era
increíble.
- ¿Cepitris II? ¿En qué galaxia
esta eso?
-en el sistema IKO-M4, por cierto
¿Qué planeta es este?
-la tierra, en la vía láctea
-no tengo idea de dónde queda eso
Como no lograba explicarle cual era nuestra ubicación respecto de otros planetas (o galaxias) así que decidí mostrarle imágenes de nebulosas, constelaciones y galaxias para ver si esto le ayudaba a ubicarse respecto de su planeta.
-¡conozco esta!- señalo la
nebulosa de la viuda negra –pero aún está bastante lejos de mi planeta
-esa nebulosa está a 10000 años
luz de la tierra- me miro en silencia por unos segundos, parecía estar
procesando la distancia que eso implicaba
-¡¿Qué?! ¡Estoy muy lejos de mi
planeta!-
Me explico un poco a que
distancia estaría de Leotak V, su planeta natal, era una distancia
impresionante, ni siquiera podía imaginarme lo lejos que estaba de ahí; me
explico que él trabajaba como minero explorador, buscando vetas explotables en
otros planetas y asteroides para usarlos como combustible y material de
construcción. Así que cuando la tormenta atrapo su nave él iba solo por lo que
casi nadie sabía dónde estaba, además que no es raro que los exploradores
terminen perdiéndose en el espacio, así que su ausencia tampoco alarmaría mucho
a nadie.
-¿no tienes familia?
-no, soy huérfano, probablemente
los únicos que se preocuparían por mi serian Oaxalor y Zatriun, son mis amigos
pero ellos también son mineros así que no sé cuándo sabrán que desaparecí.
Me sentí mal por él, estaba solo y muy lejos
de su hogar en un lugar al que no pertenece, muy parecido a mí.
-¿estás bien?
-¿eh? Ah! Si, si, oye Trad...
– Tradgrium
-eso, a todo esto ¿tú eres un
chico o una chica?
-¿uhm?- me miro confundido por
unos segundos –ah! ¿Te refieres a si soy un macho o una hembra como en tu
especie?
-sí, supongo que esa sería una
forma de decirlo
-creo que para tu especie yo
sería un macho, un… ¿chico?
-si…y ¿qué edad tienes?
-mmm en años humanos supongo que serían
unos 20
Después de eso empezamos a conversar de otras cosas sobre su planeta, su tecnología, como era aquella parte del universo y un sinfín de preguntas que tenía para hacerle, pero cuando se nos acabó el tema, volvimos a un tema que era ineludible.
-sabes Trad seguimos teniendo un
problema, no puedes quedarte en mi habitación para siempre y aunque pudieras no
sé cómo vamos a explicar tu apariencia
-umm… puedo cambiar de forma con
eso resolvemos el segundo problema
-¡¿que tú qué?!
-si ¡mira! –ante mis ojos vi como
Trad se convertía en otro yo, un clon
-que miedo, eres…yo…bueno ¿qué
más cosas sabes hacer y no me has dicho aun?
-eso depende de lo que tu especie
no puede hacer
-bueno, no importa, es genial que
puedas hacer eso, pero tu apariencia no puede ser igual que la mía, tienes que
parecer otro humano
-¿y cómo lucen otros humanos?
Después de eso fui por periódico
y revistas para que pudiera ver a otras personas y las tomara como referencia.
Y después de muchos intentos modificando su apariencia por fin logro verse como
un chico promedio
-perfecto ya te ves como
cualquiera, pero aún tenemos el problema de dónde vas a vivir
Ambos nos quedamos callados
pensando cómo resolver esto y fue cuando pensé que Trad era un viajero espacial
que encontré una solución
-¡un mochilero!
-¿eh?
-esa es la solución que digamos
que eres un mochilero y con eso tenemos
la excusa perfecta para que puedas vivir en la colina
-pero ¿Qué es un mochilero?
-es alguien que se dedica a viajar por el mundo solo con una mochila, duerme
donde puede y come lo que puede; de ese modo podemos explicar por qué no tienen un lugar fijo para vivir –como no parecía entenderme del todo le mostré algunas imágenes en internet de lo que era un mochilero
-¡¿y puedo verme como uno de
ellos?! – señalo a una imagen de unos chicos con rastas y tatuajes por todo el
cuerpo
-eh…si, supongo, sería más
creíble
-¡genial! –y de nuevo empezó el ensayo y error para cambiar su apariencia
hasta encontrar alguna que funcionara. Después de un rato termino con rastas,
ojos claros y tatuajes tribales en el cuerpo.
-Bueno supongo que funcionara,
aún faltan un par de horas para que amanezca creo que podemos dormir un poco
antes de ir por lo que queda de la capsula, tu quédate en la cama yo dormiré en
el sillón
-¿seguro?
-sí, tu estas herido, por cierto
¿Cómo está tu pie?
-bien, no creo que este roto,
parece que la articulación solo se salió de su lugar, gracias por vendarlo
-de nada, que bien, bueno igual
tu quédate ahí y duerme un poco yo te despierto cuando amanezca
Puse la alarma a las 6:00 am para
salir en cuanto amaneciera y dormimos un par de horas. Yo no lograba quedarme
dormido por la emoción de lo que estaba pasando pero al final me venció el
cansancio. Pegue un brinco cuando sonó la alarma, yo parecía estar más cansado
que antes mientras que Trad se veía perfecto.
-bueno tenemos que irnos, toma -le
pase una mochila para que pudiéramos guardar ahí las cosas-así podremos cargar
más cosas
-bien –estaba a punto de
levantarse y me di cuenta que aun teníamos un inconveniente (además de su
tobillo lastimado) cambio su apariencia pero no su ropa, aún tenía puesto el
traje espacial de neopreno
-espera, tenemos que cambiarte la
ropa –me levante y fui a revolver mi ropa vieja buscando algo que pudiera usar
– ten, aquí hay algo que ya no uso espero que te quede – le pase una playera
vieja y unos jeans rotos, pegaban bastante con su nueva apariencia – y ponte
estos tenis, no puedes andar descalzo
-¿qué tal?- intentaba hacer
equilibrio en el pie derecho para enseñarme como se veía
-genial, pero no puedes caminar
así, espérame aquí, voy a buscar algo
Recordé las muletas que usaba mi abuelo. Fui a buscarlas al cuarto de los trebejos esperando que mi mamá no las hubiera tirado. Afortunadamente aún estaba ahí, las tome y regrese a la habitación.
-mira, esto te ayudara a caminar – le pase las muletas y él se les quedo mirando – ponlas bajo tus axilas, son para que te apoyes en ellas al caminar – Trad intento ponerse de pie pero no lograba usarlas bien
–espera, te enseñare como se hace- las tome, le mostré
como usarlas y se las devolví – inténtalo – ahora si logro moverse con ellas
–perfecto.
Después de eso, tome otra mochila
para mí y salimos del cuarto. Ayude a Trad a bajar las escaleras y a subir a la
bicicleta para ir a ver que podíamos recuperar de la capsula. Al llegar me di
cuenta de que nadie más parecía haber entrado, que suerte. La segunda vez fue
más fácil encontrar el camino; de día se veía aun peor, no parecía haber mucho
que se pudiera rescatar de los escombros, pero Trad parecía estar buscando algo
en especial.
-¡aquí esta!
-¿Qué cosa?
-la caja de seguridad, aquí están
todas las provisiones y el kit de supervivencia, parece que no se dañó, ¡aun
funciona! – abrió la caja y efectivamente tenía un montón de cosas de
sobrevivencia.
-perfecto al menos no estamos en
ceros, de casualidad tendrás ahí una casa de campaña o algo para que puedas
dormir
-de hecho si, la caja está
pensada para establecer un campamento si terminas varado en algún planeta
deshabitado- revolvió un poco el interior de la caja y saco algo pequeño de
ahí- el transmisor también está aquí… ¡funciona! O algo así, al menos enciende.
-¿transmisor? ¿Para pedir ayuda?
-sí, es para enviar una señal a
alguna nave cercana, pero no sé si logre llegar a alguien desde aquí
-bueno podemos intentarlo,
guárdalo igual
Nos llevamos todo lo que había en
la caja y un par de cosas más que aun podían servir, todo lo que no podíamos
llevarnos lo enterramos lo mejor que pudimos, esperando que lo confundieran con
chatarra industrial.
Ya de regreso en casa, nos
dirigimos a una de las colinas cercanas; tenían algo más de vegetación que
donde Trad se estrelló, lucían más como un pequeño bosque. Nos adentramos un poco
para buscar algún espacio donde pudiera instalar su campamento, buscábamos
algún sitio que donde fuera relativamente fácil llegar para poder encontrarnos rápido.
Encontramos un pequeño claro un poco más arriba del bosque, desde donde se
veían algunas casas que estaban cerca de la colina, así que más tarde
intentaría ver si podíamos enviarnos señales a lo lejos.
Instalamos la tienda y guardamos el resto de las cosas dentro. Realmente parecía un campamento base de algún viajero. Para cuando terminamos de instalar el campamento ya estaba oscureciendo y ya se veían un par de estrellas.
-terminamos antes de que oscurezca por completo, ¿Qué te parece Trad?... ¿Trad?
Cuando voltee a
buscarlo me di cuenta de que estaba de pie viendo al cielo, a la estrellas; no
me escucho, parecía perdido en sus pensamientos, parecía triste –oye, ¿estás
bien? –
-si es solo que…pensaba en casa,
¿Cómo estarán las cosas? ¿Ya se habrán dado cuenta de que desaparecí?
-Trad…
-es raro, la mayor parte de mi
vida he sido un explorador viajando por el universo, era un extranjero en cada
planeta al que llegaba pero nunca había estado tan lejos de mi planeta y…no me
había percatado de lo que se sentía ser un extraño en un planeta ajeno, supongo
que por primera vez extraño mi hogar…
Trad se veía muy triste, incluso
olvido su nueva apariencia y volvía a ser el pequeño alíen que conocí, sus ojos
felinos parecían buscar alguna estrella muy distante, algún punto que no era
visible desde la tierra. Fue ahí cuando le hice la promesa.
-Trad…sé que estas muy lejos de
tu planeta y que estarás varado aquí por no sé cuánto tiempo y aunque yo no e
viajado ni la cuarta parte de lo que tú los has hecho, se lo que se siente ser
un extranjero, peor aun ser un extraño en tu propia tierra, se lo que es estar
solo y sé que tienes amigos esperándote en Leotak que probablemente estén
preocupados por ti, pero me gustaría poder ser un amigo terrícola para ti,
puede que seas un extranjero pero no tienes por qué estar solo
Me miró fijamente un momento
mientras sus ojos se ponían vidriosos y sonreía
-gracias Daniel
-de que y puedes llamarme Dan,
somos amigos
-gracias Dan – me dijo mientras
se enjuagaba los ojos
–no eh terminado. No sé cuándo ni
cómo lo lograremos, pero te prometo que vamos a lograr contactar con tu planeta
o al menos con alguna nave que pueda llevarte de regreso a casa; arreglaremos
de algún modo el trasmisor y lograremos hacer contacto, regresaras a Leotak, te
lo prometo
Trad tenían una expresión de asombro
y los ojos aun llorosos, pero su expresión cambio rápidamente por una de
decisión – ¡claro que sí! y hasta entonces ninguno tendrá que estar solo
-¡es una promesa!
Desde entonces ya a pasado casi un mes, el pie de Trad a mejorado y parece que ya no necesitara las muletas; aún no hemos logrado reparar del todo el trasmisor y menos lograr enviar una señal, estamos intentando usar alguna otra cosa como transmisor y el campamento a pasado de ser solo una carpa y comida a todo un laboratorio de telecomunicaciones. Aunque seguimos tratando de contactar con Leotak, Trad se está acoplando a la vida en la tierra, incluso creo que le está gustando, nos hemos divertido bastante. No se por cuánto tiempo tendrá que estar aquí, tampoco si podre cumplir mi promesa, por ahora las cosas funcionan y hemos podido esconder la identidad de Trad pero no sé por cuanto más funcionara.
Bueno pues esta es la historia de
cómo mi vida paso de ser gris y aburrida a una completa locura. Veamos hasta
donde nos lleva este viaje intergaláctico.
Bueno, bueno, pues hasta aquí el primer cuentito que tenia guardado en mi computadora. Como ya les dije al inicio, originalmente escribí esto como un regalo, así que obviamente fue un poco self insert de la persona para quien lo escribí, pero en general me gusto mucho como quedo (además que es el mas reciente que he escrito) y por eso decidí que fuera el primero en publicarse.
Lo mas seguro es que a partir de ahora les publique de vez en cuando otro de los cuentos que tengo por ahí guardados (en parte por no saturar, en parte porque así ya tengo contenido para cuando este en crisis creativa :v). Espero les haya gustado y espero me dejen sus impresiones en los comentarios, que estaré encantada de leerlos. Por ahora, yo me despido y nos leemos la próxima vez.
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