domingo, 19 de enero de 2020

Un mundo de proyecciones


De nuevo estoy escribiendo una entrada salida de un video de Sebas (del canal Sebas G Mouret, concretamente), perdón, pero es que este chico me hace reflexionar muchas cosas. Como sea, el caso es que, como breve contexto, esto salió de su “sebas rewind”; un video donde reflexiona sobre lo que fue el año y muestra algunos pequeños clips sobre el mismo. Es mas un video personal para el Sebas del futuro, pero el 2019 para el (y para muchos) fue un año de mierda. Así que no mostro nada y solo fue el hablando sobre como fue un año para olvidar y que nosotros como espectadores no nos enteramos de casi nada justo porque el no quiso mostrar todo esto. Total, que eso me llevo a pensar sobre lo que proyectamos en internet y si eso es mentir.

En el video Sebas menciona algo interesante: (parafraseándolo) “si bien los inlfuencers solo muestran lo que quieren proyectar en redes sociales, no creo que nos estén mintiendo, al menos no todos y tampoco creo que la mayoría lo haga con mala intención” y yo opino lo mismo. Ok maticemos esto con un ejemplo rápido; cuando regresas de vacaciones a la escuela o trabajo y por simple cortesía hablas de cosas triviales con tus compañeros, uno suele decir cosas como “me la pase bien, salí a tal lugar o hice esto” sin dar detalles ni nada, solo queda en una platica de pasillo. Estamos de acuerdo que al hablar con compañeros realmente no vamos a decirles TODO lo que hicimos en vacaciones o alguna cosa mala que nos haya pasado. Eso son el tipo de cosas solo le cuentas a tus amigos, los compañeros solo conocen lo que nosotros queremos mostrar, lo que proyectamos.

¿Eso seria mentir? Creo que todos diríamos que no. Solo elegimos filtrar la verdad, decidimos que parte de la misma le mostramos a los demás. Entonces ¿porque cuando hacemos esto en internet es directamente mentir? La cuestión es que yo comparto la opinión de Sebas respecto a que no creo que la mayoría de la gente que “solo muestra” la parte bonita de su vida este haciéndolo de mala fe. Ok, es cierto que en algún momento Instagram se volvió un lugar ciertamente poco saludable en términos de salud mental (justo por aquello de que todo mundo mostraba que su vida era perfecta y glamurosa) pero creo que también tiene que ver con que nosotros como consumidores de contenido digital por mucho tiempo no hemos sido capaces de tener criterio y filtrar lo que recibimos.

En internet es donde mas “mentimos” ok, pero la cosa es que las redes sociales lo único que hicieron fue masificar y amplificar un comportamiento que ya teníamos antes. La gente, de toda la vida a querido proyectar solo lo bueno de su vida; y si me apuran, siempre ha habido mentirosos que quieren aparentar lo que no son. Aquí la cuestión es que uno a cierta edad ya debería ser capaz de entender que la realidad que otros muestran en internet es una realidad filtrada, una proyección de lo que el otro quiere mostrar. Y no solo por la salud mental propia, sino también para guiar a las generaciones más jóvenes que uno.

Está bien, no, no todos estamos felices todo el tiempo ni nos la pasamos viajando, de fiesta o viviendo grandes experiencias; y sé que ver el feed de Instagram o las fotos destacadas de alguien en Facebook puede proyectar lo contrario, pero seamos honestos, uno siempre quiere mostrar su mejor cara. Y también está el otro lado de la moneda, las personas que solo quieren mostrar la mierda en sus vidas (como yo que la paso haciendo chistes suicidas cofcof) o que sus perfiles intencionalmente solo proyectan las partes dolorosas de su vida. Al final lo que vemos en redes sociales no es una realidad necesariamente falsa sino la parte que el otro quiere dejarnos ver. Y esto lleva a otro tema interesante.

¿No les ha pasado que siguen tanto a un youtuber o algún otro “influencer” (sobre todo que tenga relativamente pocos seguidores) que llega un punto en que sienten como que lo conocen? Evidentemente no es así, pero como que ese es otro efecto que han tenido las redes sociales; ves a esa gente que bien o mal es figura pública, compartir tantas cosas cotidianas a través de sus redes que al final crea una extraña sensación de cercanía con su público. Cosa que desde el punto de vista mercadológico esta de puta madre, pero que del lado psicológico es raro.

Esto fue algo que también menciona Sebas, el como al escuchar que 2019 fue un año de mierda para él, seguramente habrá bastante gente a la que le parezca extraño pues jamás lo notaron en sus publicaciones y esa esa es justo la cuestión. Puede que quienes lo siguen desde 2012 sientan que ya lo conocen, pero la realidad es que no somos sus amigos y hay muchas cosas personales que Sebas no nos ha contado (y no tendría porque). El seguir a alguien por RS crea esa extraña sensación de cercanía cuando la realidad es igual de fría que como siempre lo ha sido con cantantes y actores de antaño. Seguir a esa persona no nos hace parte de su circulo cercano; a lo mucho podrías ser de sus conocidos si eres un fan muy activo (y esa persona tiene menos de 100k seguidores) y que siempre va a los eventos donde se presenta, pero hasta ahí.

Es como ese compañero de la secundaria que tienes agregado en Facebook o sigues en Instagram pero que desde hace años no hablan. Se conocen, sí; puede que en algún momento hayan llegado a ser amigos, también; pero en este punto de sus vidas no son más que conocidos. Responde sinceramente que sabes de su vida actual y estoy casi segura que la mayoría serán solo fragmentos sacados de sus fotos o insta storys. De nuevo, solo sabemos lo que el otro nos ha proyectado.

¿Quiere decir todo esto que las redes sociales son satanás y todos nosotros una manga de mentirosos por usarlas? NO, para nada. Todo esto no ha sido más que mis reflexiones sobre como funcionamos en internet y como estamos muy predispuestos a sumir que lo que mostramos en internet son mentiras solo por estar en internet. Gente hipócrita la hay en todos lados y gente que descaradamente quiere engañar también. Pero igual uno tiene que tener dos pesos de sentido común y darse cuenta que el contenido de redes sociales solo es una ínfima parte de la vida de esa persona, es la parte que ellos deciden proyectar. Así que relájense un chingo y dejen de torturarse porque no tienen una vida tan glamourosa como la de su Instagramer favorito o no han salido de fiesta tanto como ese conocido que tienen agregado. Esa es solo la fracción de su día que han decido compartir en internet y esta cool ¿a quién le gusta compartir abierta y públicamente todas sus rayaduras mentales con extraños de internet? A nadie con dos pesos de amor propio y atención de parte de su circulo cercano.

Y esto va también para quienes acusan a todos los creadores de contenido o “influencers” (vaya palabra de mierda) de ser unos falsos por no postear cada segundo de su vida, por solo mostrar lo bonito y jamás compartir sus debilidades y defectos con nosotros sus seguidores. Justo por eso es que no lo hacen y no deberían hacerlo, porque hay mucho pelotudo suelto por ahí que solo quiere morbosear en la vida ajena y eso me parece el triple de despreciable que aquellos que desfachatadamente nos mienten en la cara respecto a su vida perfecta. Porque estos últimos no tienen la culpa de que la gente sea tan ingenua y crédula; pero las víboras solo están esperando la mínima oportunidad para saltarle al cuello a la gente y aprovecharse de cualquier debilidad que muestren, eso si es muy bajo morros, no hagan eso.  

Al final vivimos en un mundo de proyecciones, donde todos nos mostramos con filtros y eso esta bien, es normal y sano. Uno no puede simplemente ir por la vida mostrándose total y absolutamente transparente con el mundo entero y mucho menos esperando que los demás lo hagan. Mas bien deberíamos tener el criterio suficiente para entender esa verdad, para aprender a movernos entre todas estas proyecciones y no creer que por seguir a alguien en RS ya somos amigos.

Bueno una entrada tranqui para ir comenzando el 2020. ¿Ustedes que opinan de este tema? ¿les ha pasado esa sensación “cercanía” con alguien que siguen por internet? Espero leerlos en los comentarios. Por ahora yo me despido y nos leemos la próxima vez. 

jueves, 2 de enero de 2020

Mis mejores lecturas 2019


¡Feliz año nuevo! Se nos fue otro año y otra década. Wow creo que muchos de nosotros no creíamos que llegaríamos hasta aquí, yo misma no estoy segura si la humanidad sobrevivirá otra década más, pero ese no es el tema de hoy. Hoy estoy aquí para contarles mi top de lecturas; 2019 fue el año de la no ficción y el manga, me dio la locura por estos dos tipos de lectura. También este año me leí 46 libros (lo cual me enorgullece porque tenía como desde 2014 que no pasaba de los 40 libros) y acá les presento los mejores 10.

Aclaro que esta lista no tiene un orden de importancia simplemente están colocados conforme los fui leyendo en el año. Así que sin más que decir, comenzamos.

1. Encuentro con el otro de Ryszard Kapuscinski

Que mejor forma de comenzar 2019 que con este autor estuvo en mi top anterior. Y es que sus obras son un monumento al buen periodismo y este no es la excepción.

Una magnifica reflexión sobre cómo nos relacionamos los humanos, como se han ido modificando estas interacciones a lo largo de la historia y finalmente los retos que enfrenta la humanidad en los tiempos que corren, donde los límites de cosas como cultura y nación son cada vez más difusos. La visión de un hombre que atestiguo de primera mano 27 revoluciones, que recorrió gran parte del “tercer mundo” y dedico el 90% de su trabajo al mismo me parece simplemente fascinante e incluso me atrevo a decir, que más valiosa y real que los debrayes académicos de muchos filósofos contemporáneos.

2. Las cosas que perdimos en el fuego de Mariana Enríquez

Esta autora tuvo un boom en booktube hace unos 2 años y vaya que se lo
merece. En esta antología de terror urbano, Mariana Enríquez nos ofrece una interesante y perturbadora visión de lo cotidiano. Un terror interesante, que, si bien tiene elementos sobrenaturales, al final sigue jugando mucho con la paranoia del lector. Un poco como la dimensión desconocida donde todo parece muy normal pero poco a poco las cosas se van torciendo y para cuando te das cuenta ya no puedes escapar.

También me parece muy interesante que la autora logra meter de manera orgánica algo de crítica social a los cuentos. Pensando en que mucho de las situaciones actuales de nuestros países (en América latina) de por sí ya son una historia de terror (en especial les recomiendo el cuento que da nombre a la antología) Este de ese tipo de terror que no te hace brincar pero que se queda clavado en tu cerebro y sale a flote justo cuando estas a solas y los fantasmas pueden venir por ti.

3 .Cristo con un fusil al hombro de Ryszard Kapuscinski

Creo que el hecho de que este autor aparezca dos veces ya es una muy buena referencia. Y es que en esta ocasión Kapuscinski nos trae una serie de crónicas sobre algunas de las tantas historias que cubrió a lo largo de su carrera. Específicamente aquí se recopilan crónicas referentes a conflictos armados a lo largo del mundo y este libro está aquí porque mu como el puesto pasado, estas historias se quedaron grabadas en mí y cambiaron bastante mi forma de entender y juzgar ciertos actos violentos dentro de contextos de revueltas sociales.

Sigo pensando que el bien y el mal dependen de en qué trinchera estas, pero también me hizo entender que las cosas no pasan porque sí. los estallidos sociales son el final de un largo camino de procesos históricos que acumulan presión y a veces esto desemboca en situaciones trágicas. Un libro muy importante si quieren entender porque el mundo no funciona en blanco y negro.

4. AKIRA de Katsuhiro Otomo

Este año por fin termine uno de los mangas más importantes dentro de la
ciencia ficción y vaya que fue un viaje interesante. El plot arranca cuando Kaneda y sus amigos se cuelan a la zona cero de neo Tokio (un sitio donde hace décadas exploto una “bomba nuclear” provocando la 3° guerra mundial) y Tetsuo (uno de los chicos) choca en su moto tras toparse con un extraño niño. A partir de ahí Tetsuo empezará a desarrollar extraños poderes psíquicos y Kaneda se verá involucrado con una organización clandestina que busca liberar a “Akira” un ente misterioso que causo el cráter donde exploto la supuesta bomba.

Este es un manga alucinante con una historia que la película de la misma no le hizo justicia (pues se hizo cuando el manga aún estaba en emisión) los conceptos que se manejan son muy interesantes que tienen Kaneda y Tetsuo es buenísimo. A nivel dibujo, Otomo crea un mundo post apocalíptico al más puro estilo ciberpunk. Definitivamente tienen que leerlo solo por entender que es realmente Akira y todo lo que se esconde tras esa verdad. 

5. Voces de Chernóbil de Svetlana Aleksievich

Uff otra no ficción brutal, que de hecho me tomo casi año y medio terminar. No porque sea especialmente complicado de entender sino por lo fuerte y desgarrador de los testimonios que recoge Svetlana. Supongo ya lo saben, pero en este libro Svetlana recopila lo que le contaron cientos de personas que vivieron el desastre nuclear de Chernóbil, ya sea de primera mano (como los bomberos y liquidadores) o también aquellos que han visto y sufrido sus consecuencias.

Este es un desgarrador y aterrador coro de voces que narran los horrores que por años la URSS se esforzó por esconder. Tuve que parar este libro por casi 6 meses justo por esta razón; lo que aquí se cuenta es mucho más terrible que cualquier ficción de terror. Leerlo es ser testigo (junto a Svetlana) de un sufrimiento, dolor, desesperación, negligencia y desesperanza inconmensurable. Pero que definitivamente me parece necesario que sea leído para que los nombres de las victimas (y los culpables reales, que en su mayoría no enfrentaron a la justicia) no sean olvidadas. Este es un libro necesario para que algo como esto jamás se repita y entender todo el daño que causa la ineptitud, el secretismo, la indiferencia y el fascismo de quienes ostentan el poder. 

6. Kaichou wa maid-sama! De Hiro Fujiwara

Este fue los primeros mangas que compre y por fin lo termine el año pasado. Es
un shojo cómico super básico con múltiples clichés al inicio (Misaki es una tsundere super fuerte y mala cocinera; Usui es un Gary Stu millonario) pero conforme la trama va avanzando más allá del punto donde se quedo el anime (que fue como en el tomo 7 de 18) la verdad es que los personajes se desarrollan bastante mas de lo que parece al inicio. Además de que se agradece que teniendo la oportunidad de abusar de situaciones o chistes ecchi (pues Misaki trabaja en un maid café) la autora lleva la historia por otro lado mas interesante, mostrando un poco más de la psicología de sus personajes.

Y si bien no es la obra mas compleja si notas una madurez del elenco y justificación para los misterios de Usui bastante coherentes y realistas; los personajes dejan de ser un cliché con patas (incluidos los secundarios) la comedia está asegurada y déjenme decirles que el final me pareció grandioso. Tenia mucho tiempo que un shojo no me emocionaba a ese nivel con la resolución de sus personajes.

Una gran comedia slice of life, ligera y rápida con un buen dibujo que les recomiendo mucho si quieren un shojo que no sea pastelozo. 

7. Boy meets boy de David Levithan

Uno de los libros mas famosos de este autor y probablemente el mas optimista. Básicamente es una comedia romántica que toma el clásico cliché de “chica conoce chico, se enamoran y son felices” pero con el twist de que aquí son 2 chicos y las cosas no son tan perfectas ni rápidas como en las clásicas chickflik donde todo es insta crush y miel sobre hojuelas.

En el mundo de esta obra, o al menos en la ciudad donde ocurre todo, la comunidad LGBT+ y el resto de la sociedad conviven en paz y armonía. Al grado que la reina del baile y mariscal de campo es una drag queen de 2 metros llamada la eterna Darline. Suena estrambótico y a locura porque lo es, pero también es una bonita historia de amor realista, que muestra que no todas las historias del colectivo LGBT+ tienen porque terminar en tragedia, muerte, dolor y sufrimiento. Esta es una utopía que no lo es tanto; que nos muestra que el mundo puede ser un mejor lugar si simplemente fuéramos capaces de tratarnos como lo que somos: personas. 

8. No nos extrañara el sistema de Antonio Malpica

Uff, que cambio. Esta es una historia distopia, aterradora y bonita por
momentos. Que nos sitúa en el diario de un chico que trabaja en la ciudad de México varias décadas en el futuro, en un mundo hiperpoblado, donde los pobres son aun mas invisibles; pues una vez perdido tu empleo se te quita tu cedula de identidad y pasas a ser un roña. Sin techo, sin dinero, sin derechos y sin nombre.

Es a través de este diario que conoceremos lo que piensa un joven que vive en esta ciudad y su relación con una chica que lo llevará a darse cuenta de lo realmente importante, e indirectamente conocerá una verdad tan ominosa y aterradora como la misma ciudad. Un terror distopico difícil de olvidar, pues el final te deja una sensación que tardara bastante en desaparecer. Malpica lo volvió a hacer y volvió a demostrar porque es uno de los maestros del terror mexicano. 

9. ¿muerte o helado? De Gareth P. Jones

Se que el titulo suena extraño y créanme que el mundo de esta novela lo es, surreal y descabellado. Está compuesto por varias mini historias (muy al estilo de los cortos de “le suicidio al amigo de un amigo” que se van entrelazando poco a poco, revelando misterios que solo al final tendrán sentido.

Si bien es un libro juvenil, trata temas bastante interesantes, incluso metiéndose en temas teológicos. Es un modo muy original de contar una historia de terror y cuestionarte temas profundos. No les puedo revelar mas de la trama porque no quiero arruinarles las sorpresas, solo puedo advertirles que presten mucha atención a cada historia. 


10. El peligroso arte de desaparecer de Angelo Sumelis

Y cerramos el año con otra novela de temática LGBT+. Esta vez sobre Evan un
chico que esta enamorado de su mejor amigo, vive en el closet y debe tratar de sobrevivir a la loca fanática religiosa de su madre que lo golpea desde niño al grado de romperle la nariz o un hueso. Al contrario del puesto anterior, esta vez la novela nos habla de la parte oscura, de la violencia intrafamiliar perpetrada por una madre y como Evan busca a toda costa desaparecer; pues cree que si el muriera todo estaría mejor.

Es una novela dolorosa y en más de una ocasión quería entrar al libro a golpear a la desequilibrada de su madre. Resulta aun mas doloroso cuando sabes que esta historia es semi biográfica, pues el autor también es un inmigrante griego que tuvo que mantener su sexualidad en secreto de su religiosa familia. El mismo vivió muchas cosas horribles y de algún modo contarlas a través de Evan, en forma de ficción resulto mas sencillo poder contar lo que vivió. Al final el mensaje es que las cosas mejoran, siempre que uno tenga el valor de enfrentar a los demonios y buscar su libertad. 

Pues este ha sido el top de este año, la verdad es que la selección ha sido un poco más complicada porque me puse a leer mucho manga/comic y no era plan poner en el top solo un tomo de la serie. Eso y que este año realmente leí pocas novelas básicamente por falta de tiempo. Como sea creo que en general fue un buen año de lecturas.

También aprovecho para desearles un buen inicio de año y ojalá que este año no nos madree demasiado que ya es lo único que pido a estas alturas de la vida. ¿Qué tal estuvo su año en cuanto a lectura? ¿ya conocían alguno de los que están en mi top? Como siempre estaré encantada de leerlos en los comentarios. Por ahora yo me despido y nos leemos la próxima vez.