lunes, 20 de septiembre de 2021

Reseña "Silver spoon"

 

Bueno, bueno, no recuerdo cuando fue la ultima vez que les traje una reseña (probablemente fue a inicios del año pasado); ustedes disculparan el 2020 me jodió el ritmo de lecturas y aún estoy batallando para agarrar de nuevo el hilo. Pero dejemos las lamentaciones, porque hoy por fin resucitamos las reseñas/recomendaciones de lectura y que mejor forma que con un manga ligerito, pero no de cualquier autor, sino de la gran Hiromu Arakawa, que para quien no la conozca es la autora de Fullmetal Alchemist (uno de los perros mejores shonens de la historia), obra que también les recomiendo muchísimo si no la conocen. Esta autora es una prolífica mangaka que tal parece tiene el toque de Midas, pues prácticamente todos sus trabajos tienen una calidad tanto en dibujo como en guion y construcción de personajes, maravillosa.

Pero bueno, basta ya de tanta introducción. Hoy vamos a hablar de uno de los mangas slice of life que mas me han me han hecho reír y emocionar; hoy vamos a hablar de “silver spoon”.

Sinopsis

Yugo Hachiken es un chico citadino de 15 años que, tras fracasar en su examen de ingreso a la preparatoria que quería, decide entrar a la preparatoria agrícola Yezo como una forma de huir de sus problemas porque, es una escuela de agricultura ¿Qué tal difícil puede ser? Oh boy, Hachiken no tiene ni idea de en donde se metió. Pero más pronto que tarde descubrirá que la vida en una escuela agrícola no es tan fácil como el creía.

Opinión

Esta vez la sinopsis es muy corta porque nos encontramos con un manga slice of life y coming of age donde iremos viendo las desventuras de nuestro héroe en la preparatoria Yezo. Y es que Hachiken tiene todas las de perder: no solo es el único que no viene de una familia de granjeros, tampoco le interesa la biología ni le gustan especialmente los animales, para agregar insulto a la herida tiene cero aptitudes físicas. Lo único que tiene a su favor es que es un muy buen estudiante, solo que, al no lograr pasar el examen para una preparatoria en Tokio, se deprimió y vio en Yezo una salida “fácil” para no tener que enfrentar a su estricto padre y la sombra de su hermano mayor que logro entrar a la universidad de Tokio. Es así como nuestro prota empieza siendo un chico inseguro, débil e inútil para el campo; pero como pueden imaginarse, a lo largo de la historia, seremos testigos de su crecimiento personal y como eventualmente consigue una meta para su vida. Pues este es un punto interesante en la historia.

Siendo esta una escuela agrícola, todos sus compañeros provienen de familias granjeras y muchos de ellos entraron aquí porque eventualmente heredaran el negocio familiar. E incluso los que no piensan continuar los negocios, tienen metas relacionadas con las industrias agropecuarias (tanto primarias, secundarias o terciarias). Hachiken no tiene ninguna meta o motivación en la vida más allá de estudiar y eventualmente entrar a la universidad, pero eso ultimo se vio truncado tras su fracaso escolar que mino su confianza en si mismo. Así que, al inicio de la historia, el solo es una hoja al viento, dejándose llevar por la corriente. Tan así que termina uniéndose al club de equitación por una chica: Aki Mikage. Ella viene de una granja de caballos, evidentemente ama a estos animales y su sueño es trabajar en algo relacionado a ello (especialmente las carreras).

Ahora, si bien los motivos de Hachiken para unirse al club no son del todo honestos (pues solo quiere estar cerca de Aki), es gracias a la chinga que es cuidar a los caballos, aprender a montar y eventualmente participar en las competencias escolares, que poco a poco empezara a entender el amor de Aki por esto animales. Un poco lo mismo pasara con el resto de actividades de campo que debe hacer como estudiante de primer año. De inmediato se dará cuenta que fue un grave error subestimar lo dura que puede ser la vida agrícola, pero también a través de todo este esfuerzo y sufrimiento inicial, nuestro protagonista ira templando su carácter, superara sus límites y entenderá que la escuela es mucho mas que solo estudiar; y que los contactos  que haga, así como las “semillas” (esto lo entenderán una vez que lean el manga) que siembre durante sus años estudiantiles, a futuro serán igual o mas de importantes, que las calificaciones altas.

Esto ultimo importa, porque si bien la historia tiene mucho de cómico y hasta didáctico al inicio, que vemos como Hachiken va descubriendo todo el proceso (y el esfuerzo) que hay detrás de la comida que siempre dio por sentado (y que si ustedes no crecieron en un entorno rural, probablemente lo descubran a la par que el); pasado el primera año (que es el que se cuenta mas detalladamente) con todos los shocks y situaciones cómicas derivadas de estos, nuestro prota se enfrenta a realidades muy diferentes a las suyas. Pues no todos sus compañeros vienen de familias con una gran estabilidad económica, descubrirá también que muchas veces la paga que recibe el productor primario no alcanza para cubrir los gastos y el riesgo de irse a la quiebra es un miedo constante. Descubrirá también que, para muchos de sus compañeros, seguir sus sueños no es tan fácil, pues tienen la enorme responsabilidad de hacerse cargo de continuar con el negocio familiar y tienen que cargar con las expectativas que se esperan de ellos.

Además de estas realidades sociales tan duras, Hachiken también se enfrenta a dilemas morales respecto al hecho de que al final, los animales que crían y cuidan, no dejan de representar un ingreso económico y eventualmente serán sacrificados. Pero como esto no deja de ser una comedia, Arakawa aborda todos estos temas con humor o al menos relajando el tono de las situaciones.

Además de nuestro desdichado protagonista, hay todo un gran elenco de personajes secundarios, todos ellos con personalidades muy definidas que aportan muchísimo para las situaciones cómicas y también para que la convivencia de Hachiken con todos ellos, lo haga ir madurando y poco a poco ir encontrando una respuesta a ¿Qué quiere hacer en la vida? Y es que ya no son solo sus compañeros, los profesores y familias de los chicos también aportan mucho a la historia, reforzando la idea de que las semillas que plantamos a lo largo de nuestras vidas pueden llegar a tener raíces mucho mas largas y profundas de lo que creemos; impactando, a veces de formas inesperadas, en los demás.

Como dije al inicio, este es un coming of age o una historia de crecimiento. Donde veremos a todos estos chicos atravesar un momento crucial en sus vidas, enfrentando situaciones complicadas, teniendo que tomar decisiones importantes que impactaran su futuro y en ultima instancia, teniendo que enfrentarse con la realidad de que para lograr tus sueños no basta solo con desearlo o con ser bueno en algo. Sino que tendrán que luchar, esforzarse a morir y a veces nadar contra corriente si es que en verdad quieren seguir un sueño. Al final no deja de ser una historia con tintes biográficos, pues Arakawa creció en una granja lechera de Hokkaido, por lo que es muy consiente de todo el esfuerzo que exige una granja, pero también (como eventualmente lo descubrirá Hachiken) toda esa chinga tiene grandes recompensas y aunque el camino sea duro, no significa que no habrá momentos divertidos en el medio.

Conclusión

Este es un manga mas bien costumbrista, pues realmente no verán nada demasiado fantasioso (salvo algunas expresiones y reacciones de los personajes que Arakawa exagera adrede para la comedia). También soy consciente que de entrada esta historia me gusto porque yo me podía identificar con ciertas situaciones al haber crecido en un entorno rural y haber criado animales por un tiempo. Pero la verdad es que, pasado el primer año, los tecnicismos agrícolas son un telón de fondo e incluso si no les interesan esas cuestiones, pueden pasarlas por alto y simplemente disfrutar la historia de los chicos. Pues pasado el primer año, la historia se vuelve mucho más rápida (de hecho, el segundo y tercer añose pasan volando y resumiendo muchas clases) y fluida. Además, que el romance entre Hachiken y Aki se desarrolla de manera bastante orgánica y natural. Y lo mismo va para la evolución de nuestro protagonista, que lejos de cambiar de la noche a la mañana por un solo evento crucial, madura a lo largo de esos tres años a través de sus pequeños logros y las interacciones con sus compañeros.

Además, que, al vivir en un internado, las situaciones y roces que se generan por la convivencia diaria son divertidísimas. Y te hacen sentir un poco de nostalgia por tus años escolares, porque como nos decía un maestro en la prepa (si tuviste una buena experiencia) la escuela esta a tota madre, lo malo es que hay que estudiar. Esta historia tiene momentos muy inspiradores (sobre todo en el cuarto final de la historia) y eso es algo que valoro mucho.

Si les gustan los coming of age cómicos y les da curiosidad conocer un poco de lo que hay detrás de la comida que pueden comprar en el super, esta es una historia perfecta. Con un gran balance entre situaciones serias y comedia de situación, además de que, en mi caso personal, aun siendo una historia donde no hay “un villano” a vencer o una meta enorme a alcanzar (tipo ser Hokage o encontrar el one piece), la recta final del manga me tenia con los nervios a tope por saber que pasaría con los sueños de los chicos. De verdad se los recomiendo muchísimo si quieren reír, emocionarse y sentir que la vida no es tan horrible después de todo.

Pues ya está, al fin pude traerles una reseña; espero no tardarme tanto en traer la siguiente. Si ya conocían este manga o su anime (que cuenta con dos temporadas, que adaptan fielmente mas o menos la mitad de la obra e igual se los recomiendo mucho), cuéntenme que les pareció y si no, espero haberles picado, aunque sea un poco la curiosidad para leerlo. Como siempre yo estaré leyéndolos en los comentarios, así que por ahora yo me despido y nos leemos la próxima vez.  

viernes, 3 de septiembre de 2021

Booktag derechos del lector

Y ahora un booktag, claro que sí. Hace tiempo que no hablo de libros, porque la verdad sigo un poco en bloqueo lector (¡maldita pandemia! me jodiste el ritmo de lectura) y de lo poco que si he leído últimamente han sido mangas; y como no es plan solo recomendarles un par de tomos de una serie de mas diez, estoy esperando a terminarme alguna de las historias que estoy siguiendo para hacer una reseña en forma si es que me gusto lo suficiente. Pero como no quiero dejar olvidada esta sección, quise traerles este booktag donde cada consigna habla sobre aquellas cosas a las que todos los lectores tenemos derecho, aunque a veces hay banda que se mamonea y no está de acuerdo con algunos puntos, pero esa es otra historia.

El caso es que hoy venimos a hablar de los derechos del lector y de paso echar chisme sobre mis lecturas. Sin mas comencemos.


Derecho a no leer: un libro que no hayas leído pero cuya adaptación te encante.

Los Miserables” de Víctor Hugo. He visto muchas adaptaciones de esta historia y varias me han gustado, pero no les voy a mentir, leer tremendo tocho no esta entre mis prioridades para el futuro cercano. Igual y algún día me aventuro, pero ese día un no ha llegado.

El derecho a saltarse páginas: Un libro que hayas leído buscando sólo lo interesante.

A ver, creo que esto nunca lo he hecho en mis lecturas por placer (en las lecturas académicas de la carrera si llegue a hacerlo, el saltarme cosas para ir al punto) pero si me salte paginas al leer “Fangirl” de Rainbow Rowell. Esto porque en medio de los capítulos, la autora va intercalando cachitos del fanfic que está escribiendo la protagonista y yo la verdad me saltaba esas partes porque no me interesaba el fanfic.

Derecho a no terminar un libro: un libro que hayas dejado a medias

Creo que al día de hoy no hay libros que tenga a medias, pero uno que si se quedo a la mitad por casi un año fue el de “Voces de Chernóbil” de Svetlana Alexievich y fue porque yo ya no podía mas con lo que estaba leyendo. Ese libro te deprime y te destroza de una manera que no es normal, así que tuve que pausarlo un buen tiempo en lo que volvía a agarrar valor para terminarlo.

Pero aun así es un librazo que les recomiendo totalmente, solo no lo lean si están bajoneados.

Derecho a releer: un libro que hayas leído muchas veces

Yo no suelo releer mucho, básicamente por falta de tiempo y demasiados pendientes por leer; pero hay un libro en especial que por cosas del destino he releído varias veces a lo largo de mi vida (sin tener explícitamente la intención de releer este en particular): el curioso caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde. Lo leí en una versión para niños cuando tenia unos 11 años, luego en la secundaria lo tomé de la biblioteca para la clase de español y de adulta lo releí en una versión completa. No es un libro que me encante particularmente, pero de casualidad termine leyéndolo en 3 momentos diferentes de mi vida.


El derecho a leer cualquier cosa: Un libro con no muy buena reputación que hayas leído y te haya gustado.

A ver, estos libros no es que sean realmente malos, pero si son muy empalagosos y mucha gente los considera cursis o demasiado pastelozos (sobre todo considerando que la mayoría de booktubers que sigo hablan de terror) y esos son la trilogía de “el club de los incomprendidos” de Blue Jeans. Son tres libros que tratan de un grupo de amigos medio outsiders y las parejas que se van armando entre ellos. No son la gran cosa y si son bastante palomiteros, pero igual son entretenidos y al menos a mi no me parecieron tan melosos como los de Nicholas Sparks o Federico Moccia, por ejemplo.

Derecho a leer en cualquier lugar: el lugar más extraño o peligroso donde hayas leído

A ver, sé que no debería hacer esto, pero varias veces he ido caminando mientras leo, sobre todo cuando traigo algún PDF en el celular. Se que es peligroso, ya no lo hago, pero hubo una época de mi vida en que si lo llegue hacer varias veces.

Derecho a Bovarismo: un libro con el que hayas fangirleado durante tu juventud.

Supongo que seria “las ventajas de ser invisible”, dios el cringe que me doy a mi misma al pensar en como fangirlee ese libro y como sentía que encajaba tanto con mi vida en ese momento (lo leí cuando mas en la mierda estaba en la prepa). Le di mucho la chapa a mis pocos amigos de entonces con este libro. Me sigue gustando, pero ya le bajé 10 rayitas a mi intensidad.

Derecho a hojear: un libro que hojees constantemente

Uff, esta es fácil: Principio y fin de Antonio Malpica. Es el ultimo libro de una saga llamada el “libro de los héroes” y lo tengo LLENO de post it marcando pasajes o frases. A cada rato le doy una hojeada, leo algunas de las cosas que marque y me da tanta paz y felicidad. Es uno de mis libros favoritos y a pesar de ser el final, condensa tan bien toda la esencia del libro. No sé, lo amo y lo hojeo cada que puedo.

Derecho a leer en voz alta: un libro que vayas a leer a tus hijos en el futuro

Yo no quiero tener hijos, pero si hay un libro que amaría poderle leer en voz alta a un niño que aprecie, ese seria “El libro salvaje” de Juan Villoro. Porque es una carta de amor a los libros, a lo que representan y al refugio que pueden ser. Definitivamente creo que es una buena forma de meterles la curiosidad por encontrar su propio libro salvaje.

Derecho a callarnos: un libro que no sepamos explicar porque nos gusta mucho

La soledad de los números primos” de Paolo Giordano. Este es un libro que me gusta muchísimo pero no tengo idea como puedo explicar el porqué, literalmente tengo años queriendo hacer una reseña del mismo, pero no encuentro palabras. Solo puedo decirles que es un librazo y que le den una oportunidad.

Pues bueno, estas han sido mis respuestas, varios de estos libros pueden tomarlos como una recomendación (con sus debidas precauciones en el caso de Voces de Chernóbil), espero ya poder volver a leer más libros auto conclusivos o mínimo terminar ya los mangas de los que les quiero hablar, para no tener tan abandonada esta sección. Si ustedes tienen alguna respuesta para el booktag, me encantaría leerlas en los comentarios. Por ahora yo me despido y nos leemos la próxima vez.