miércoles, 26 de octubre de 2022

El umbral


Los humanos son seres extraños, hacen demasiadas preguntas. Siempre que llegan preguntan ¿a dónde iré? No lo sé, solo te llevo al otro lado, ¿qué hay ahí? ¿Existe el cielo y el infierno? No lo sé, solo conozco este lugar ¿existe dios? No lo sé, ni siquiera yo sé quién me creo ¿Qué hay del otro lado? No lo sé, eso no me corresponde a mí, yo no puedo cruzar ese umbral.

Comienzo a creer que no se nada, no sé qué había antes de mí, ni siquiera si existía algo ¿si hay un dios? No tengo idea, no sé quién o que haya creado este lugar, no recuerdo desde cuando existo, supongo que siempre ha existido. No necesito respirar, comer ni dormir, no requiero nada de lo que necesitan los mortales, sin embargo mi existencia  es tremendamente aburrida, no hay nada aquí, solo un desierto gris e interminable, el río ir el que llevo a los mortales y un perpetuo cielo

nublado; ah claro también  esta ese umbral iluminado por el que cruzan los mortales. Yo no puedo cruzarlo, no sé qué hay detrás de él. ¿Qué si  eh intentado cruzarlo? Alguna vez lo intente, hay una especie de barrera invisible que me impide el paso.

Mi existencia trascurre monótonamente, ¿Cómo se lo que debo hacer? No lo sé, simplemente lo sé, es así, esta establecido. Cuando las vidas mortales llegan a su fin me corresponde ayudarlos a cruzar el río y llevarlos ante el umbral, así ha sido siempre y no sé por cuanto más será así.

La vida (si es que se le puede llamar así, puesto que no soy un mortal) en este lugar es tremendamente aburrida, cuando hay poco trabajo mato el tiempo (oh ironía) navegando el río aunque es infinito, o eso creo, pues no se ve que tenga un  final. Todo es igual por donde mire, mi único entretenimiento es responder las preguntas de los mortales y conversar brevemente con ellos, o así era hasta hace poco.

En algún momento navegando por el rio encontré algo que nunca había visto, era una especie de portal como el que los mortales. Tampoco podía cruzarlo, pero si podía ver que había detrás; era algo que nunca había visto, el cielo era claro había miles de cosas que no sabría nombrar, era un portal al mundo mortal, a partir de ahí mi existencia paso a ser un poco menos gris, pasaba mucho tiempo observando aquel extraño mundo.

Ahora comprendo porque los mortales hacen tantas preguntas. Aquí solo soy yo, pero en su mundo hay muchos y sus acciones afectan a los demás, aun así ellos prefieren culpar a otros o a un dios, por las consecuencia sus de sus actos.

¿Existe dios? No sé si sea su dios, pero definitivamente hay algo, alguien o algo me creo a mí y me dijo que debía hacer, este portal es un muestra de esa existencia. Eh recorrido demasiadas veces este valle desolado y nunca lo había visto, alguien o algo lo coloco aquí por alguna razón, debe haber algo en algún lugar.

Hay una pregunta en especial que tal vez ahora tenga una respuesta ¿existe el alma? poco mortales la preguntan; supongo que cuando se ven aquí lo dan por sentado. Mi respuesta es que tal vez si, solo que no es inmortal, no creo que pueda haber nada inmortal en ellos; tampoco es que sea su conciencia, más bien creo que es energía, la energía vital que los vuelve mortales, la que les permite estar vivos y de la cual yo carezco. Y tal vez por esto es que no puedo cruzar el umbral, tal vez no exista ni un cielo ni el infierno, quizá solo exista este desierto transitorio, quizá cuando los mortales cruzan el umbral simplemente su energía regresa a su mundo bajo otra forma; posiblemente su existencia sea cíclica, su energía solo cambia de cuerpo y de conciencia. 

Sea como sea mi existencia ahora ha dejado de ser aburrida y agradezco por ello a quien quiera que sea el que lo haya hecho.


Bueno pues esto ha sido todo por el especial de este año. Este cuentito tiene una segunda parte que escribi mucho despues, pero eso se los subire en otra ocasion. Espero les haya gustado el relato, como siempre estare encantada de leer sus comentarios. Espero tengan un feliz y spooky Halloween, ya nos veremos el siguiente año, cuando llegue la temporada spooky again. Por ahora yo me despido y nos leemos la proxima vez.