lunes, 6 de abril de 2020

Análisis de AC Rouge


Siempre les digo lo mismo, perdón por tardar tanto. En este caso no tengo excusa, simplemente me daba bastante flojera hablar de este juego, pues lo puedo resumir en dos palabras: potencial desperdiciado. Pero bueno al final me decidí a hacerlo; seguramente esta entrada sea más pequeña que las anteriores. Aviso lo de siempre: este post da por hecho que jugaste AC Rouge y los anteriores por lo que habrá spoilers.

Comencemos por lo básico. A nivel jugable este juego no cambia ni innova nada, es el mismo tipo de mundo abierto y sistema de controles que teníamos en Blackflag y al igual que en los otros dos juegos de la llamada “trilogía americana”, falla en cuanto a implementar el sigilo. Es más, honestamente Rouge se siente más como un DLC muy largo, de AC III. Se nota que Ubisoft solo lo hizo como un juego de relleno para que quienes solo tenían play 3 no se quedaran sin un juego ese año; pues su verdadera apuesta estaba en AC Unity (que le llegara el monumento a esa mierda, de ser despellejada).

En lo jugable no tengo mucho más que decir, así que pasemos a lo único que pudo ser interesante de este juego: la historia.

En el presente, continuamos la historia del empleado random de abstergo, que encarnamos en Blackflag. Ahora nos topamos con que Otto Berg (uno de los meros meros de los templarios) nos llama a su oficina para pedirnos una tarea específica: revivir las memorias de Shay Cormack, un asesino de las 13 colonias que traiciono a la hermandad y se unió a los templarios.

El presente sigue tan insípido como en el juego anterior. El pasado pudo ser interesante, pero desperdiciaron una idea interesante. Aclaremos primero esto, estrictamente Shay si traiciono a la hermandad, pero la realidad es que ellos tampoco quisieron escuchar lo que él tenía que decirles. Shay vivió durante el inicio de las 13 colonias en lo que hoy es USA; formo parte de la hermandad comandada por un joven Aquiles (aquí la conexión con AC III). En este contexto histórico nos lanzan a la aventura justo en medio de una misión (como ya es costumbre) donde estamos buscando un artefacto dentro de un templo subterráneo de la primera civilización. La cosa es que, al tomar este artefacto, comienza un terremoto y se desata el caos. Todo se derrumba y tenemos que salir hechos la madre de ahí, solo para descubrir en la superficie las cosas están igual de mal, pues todo el pueblo bajo el que estaba el templo está siendo destruido por el terremoto. Luego de lograr salvarnos por los pelos, Shay regresa a USA solo para informarle a Aquiles que deben abortar las misiones de recuperar esos artefactos pues el quitarlos provoca destrucción alrededor. A Aquiles le vale madres y le dice a Shay que él sabe lo que hace, que el namas es un morro meco, que yo soy el más chingon. Básicamente Aquiles hace gala de toda la soberbia del mundo y manda a cagar a Shay. Él se emperra porque hace años ocurrió lo mismo en Haití, y Adewale (conexión con blackflag) quien entonces le reporto esto a Aquiles. Shay decide que, si Aquiles no quiere entender, el mismo regresara el artefacto; y es aquí donde todo comienza de verdad.

Shay es descubierto, Aquiles lo acusa de traición y los demás asesinos lo acorralan hiriéndolo por la espalda y cayendo al mar por un acantilado, tras lo cual lo dan por muerto. Este es el primer acontecimiento importante para el desarrollo de Shay, pues se topa con que la arrogancia de Aquiles al creer que él lo sabe todo por ser el mentor, causara más muertes de inocentes; lo cual lo lleva a contradecir órdenes y ser visto como un traidor por los demás, siendo que si somos estrictos estaba siguiendo uno de los principios de la orden: mantenerse alejado de los inocentes.

Tras todo esto, Shay despierta en casa de un matrimonio de ancianos que lo rescato y curo. Al preguntar por el artefacto, ellos le dicen que no tenía nada consigo cuando lo encontraron, por lo que deduce que debe estar en el fondo del mar; en ese momento unos ladrones entran a la casa y Shay los enfrenta, tras salvarlos los ancianos le dan la ropa de su hijo, quien era un templario. Aquí Shay decide que limpiara a la ciudad de criminales, acción que lo lleva a conocer al coronel Monro (quien forma parte de los templarios) quien convence a Shay de unir fuerzas en beneficio de la ciudad. A partir de aquí nos embarcamos en un par de misiones de búsqueda y rescate para los templarios (sin que Shay lo supiera); en una de ellas nos topamos con un antiguo compañero asesino que le dice a Shay que la única forma en que lo dejara vivir es que lo mate, pues sino les dirá a los asesinos que sigue vivo. Al final Shay lo mata y abandona el lugar.

Tras un par de misiones más, Monro nos revela que hemos estado jugando para los templarios, que sus hombres rescataron a Shay porque confiaba que el supiera como traducir el manuscrito que venía en el artefacto. Tras esta revelación y un par de enfrentamientos mas con ex compañeros asesinos Monro muere y Shay se presenta ante el gran maestre templario quien resulta ser Haytham Kenway. A partir de aquí las cosas se precipitan, pues Shay ya es buscado activamente por los asesinos, a la vez que el va asesinando a mas ex compañeros (lamentándose por tener que hacerlo) hasta terminar llegando al polo norte donde se encuentra con Aquiles que le dice que tenía razón (pues se da cuenta de que los artefactos sostienen la superficie), Shay le hecha en cara que si le hubiera hecho caso al inicio nada de esto hubiera pasado. En medio de esto, Liam (ex amigo de Shay) intenta atacarlo, tirando el artefacto y provocando un terremoto, todos huyen menos Liam que muere. Ya afuera Shay detiene a Haytham que iba a matar a Aquiles quien solo recibe un balazo en la pierna (eso explica porque cojea en AC III). El final de la historia se enlaza con el inicio de Unity (la verdadera apuesta de Ubisoft) mostrándonos que Shay es el asesino del padre de Arno y de algún modo el detonante de la historia de este último. El final del presente no podría ser más cliché: Berg nos revela que los templarios se ocultan bajo Abstergo y nos ofrece unirnos a ellos o morir. Fin de la transmisión.

Hice todo este resumen porque poco mas hay que decir del juego y es que realmente tiene pocos momentos “cruciales” o por lo menos interesantes respecto del desarrollo de Shay y el porque en el primer análisis de esta saga dije que el junto a Alatir fueron los únicos protas que realmente fueron asesinos en toda regla.

Desafía el credo

A ver, el hecho de que desobedeciera a Aquiles es una muestra de que entendió el credo, en especial la parte de “nada es verdad”. No porque Aquiles fuera el mentor significaba que lo sabia todo, Aquiles peco de que soberbia y no fue capaz de oír a sus subordinados (gran error para un mentor). Además de esto, el hecho de que Shay realmente no disfrutaba hacer el mal como muchos templarios también nos habla del tipo de persona que es. El en verdad buscaba hacer el bien, desde limpiar la ciudad de ladrones, detener a Aquiles para que no ocurriera otra desgracia, hasta finalmente, convencer a Haytham de no matarlo.

A lo largo del juego somos testigos del conflicto moral en que se encuentra Shay, pues no quiere matar a sus ex compañeros, pero sabe que no hay otra forma salir vivo de ahí; y si el muere nadie detendrá a Aquiles. El hecho de que le perdonara la vida a su antiguo maestro a pesar de que este no dudo en ordenar que le dieran caza y los ejecutaran, habla de que el no es una mala persona ni una persona fría y maquiavélica que hará lo que sea necesario para cumplir sus planes como Haytham. Al final Shay es un antihéroe, pues ha tenido que hacer cosas malas y cosas de las que no está orgulloso en pos de intentar detener una tragedia mayor. Si somos justos, el realmente siguió el credo y los preceptos asesinos. Pues si bien termina “cambiando de bando” el en realidad no estaba de acuerdo tampoco con los ideales templarios de dominación mundial, pero vio en esta organización, un medio para encontrar los mapas de los templos y destruirlos, para evitar que la tragedia se repita. Ademas de que ha sido el único (ademas de Altair) que no actuó por venganza o ganas de aventura. 

Ahora que también debo acotar aquí algo que me molesta de Shay, ok Aquiles la cago al no hacer caso de inicio, pero neta era necesario ¿robar el manuscrito y hacer todo este quilombo? ¿No era más fácil ser inteligente y esperar a que Aquiles quisiera ir en pos de otro templo, convencerlo de que te deje ir con él y así demostrarle en vivo lo que decías? Entiendo que fue una conveniencia del guion, pero la verdad eso fue un punto bastante negativo para el desarrollo de Shay, que su reacción inicial parece más un berrinche.

Por otro lado, en los secundarios también podemos ver hasta cierto punto matices interesantes. Quiero destacar especialmente a Aquiles. En este juego nos enteramos que el traje que le dio a Connor era el suyo, entendemos el porqué, en el AC III tenía una actitud tan agria, fría y pesimista; su cojera era un recordatorio constante de sus errores y es por ello que increpa tanto a Connor respecto de las decisiones egoístas e impulsivas que en algún momento tomo. Sabía lo que eso podía provocar y es en gran parte por ese recuerdo constante que al inicio no quería entrenarlo, pues supongo que tenia miedo de volver a cagarla como mentor, así como le fallo a Shay.

Y si bien esta muy bonito todo esto que acabo de decirles, cosa es que todos estos matices interesantes se quedan solo en la superficie.

Potencial desperdiciado

Al inicio decía que este juego tenia potencial pero no supieron aprovecharlo y es que empezamos mal desde el eslogan con el que nos lo vendían “desafía el credo” no desarrollaron una mierda el hecho de que Shay cambiara de bando. Ahí tenían un punto muy bueno a desarrollar, pudieron haber mostrado el otro lado de la moneda y darle profundidad y hasta justificación a los argumentos de los templarios, pero no. Esto término siendo como en todos los otros juegos, solo que ahora los templarios eran los marginados ante los cuales los asesinos siempre iban 2 pasos adelante. Se mantuvo la misma estructura narrativa de siempre (dos bandos opuestos, uno con un mega plan ultra elaborado y adelantado y otro que va intentando detenerlos sobre la marcha) solo que con los roles investidos. 

El que Shay se enfrente a sus ex compañeros también se desperdicia, pues si bien a ti como jugador, puede incomodarte mas o menos (depende con qué lado simpatices más) el hecho de tener que matar a los asesinos encubiertos que van tras de ti (muy al estilo de los templarios del primer juego), pero es que además de las cinemáticas donde te enfrentas a un ex amigo poco se desarrolla el conflicto interno de Shay al haber cambiado de bando a la fuerza y sin ser realmente un traidor; pues no podemos olvidar que Shay nunca quiso activamente cambiar al lado templario, pero dadas las circunstancias era su única oportunidad de detener a Aquiles y destruir el mapa de los templos.

Uno siente que esta jugando un DLC muy largo porque realmente se siente como una continuación en plan precuela del AC III, la campaña dura poco tiempo, el sistema de combate es igual que los anteriores, los personajes y tramas apenas y se desarrollan y la idea mas interesante que era el conocer la perspectiva de un desertor se desaprovecha totalmente. Así que realmente este juego es un quiero y no puedo. Quisieron vendérnoslo como un argumento revolucionario e interesante; que en la teoría si lo es, pero la realidad fue otra.

Como sea, insisto que se nota que Ubisoft hizo este juego solo por el dinero, se hizo con pocas ganas y seguro también poco presupuesto así que tenemos lo que tenemos. Una lástima.

Pues al fin quedo esta reseña que tanto me costo decidirme a hacerla. Me gustaría saber su opinión sobre este juego, estaré leyéndolos en los comentarios. Por ahora yo me despido y nos leemos la próxima vez. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario