Violencia.
¿Cuantas veces han escuchado esta palabra? ¿Qué les evoca? ¿Golpes, dolor,
heridas, sangre, insultos, disturbios, crimen? Pues sí, a la mayoría nos evoca
eso, pero realmente esta palabra ¿qué significa? La violencia se refiere a una
interacción entre sujetos que implica conductas que buscan provocar (o
amenazar) hacer daño o someter a alguien o a un colectivo. Como ven esto suena
como algo muy negativo y la mayoría de las veces si lo es pero aquí le voy a
jugar un poco al abogado del diablo y antes de que saquen mis palabras de
contexto lean lo que tengo que decir porque tengo argumentos.
Primero
aclaremos algo, soy una persona que, generalmente, suele oponerse a la
violencia, pero no puedo negar que yo también he tenido mis momentos de
violencia y agresión; y es justo esto de lo que les quiero hablar hoy, de la
agresión y violencia que hay dentro de todos los seres humanos. Como dije antes
la violencia implica un acto que busca causar daño a otros y por lo general la
mayoría de nosotros pensamos que es algo “malo” o negativo, algo que debe ser
erradicado del mundo, pero ¿y si les dijera que no es tan fácil? Y no porque el
ser humano es idiota y siempre encontrara porque odiar al otro (que tampoco es
mentira) sino porque la violencia y agresión son inherentes a la naturaleza
humana, y ahora les explico porque. Este semestre en la clase de psicología
social hablamos de psicoanálisis (que en general no me interesa ni le entiendo)
y algo que me llamo la atención fue la idea que tenía Freud sobre la violencia;
para él la vida psíquica se rige por pulsiones y estas vienen en pares,
eros-tanatos (impulso de vida y muerte), exhibicionismo-voyerismo,
sadismo-masoquismo, y es de este último par del que surgió la idea de este
post. Para Freud los pares pulsionales no pueden separarse (pues eso implicaría
un daño para el aparato psíquico) de modo que en todo ser humano hay una parte
masoquista y otra sádica, de modo que desde la perspectiva de Freud la
violencia y la agresividad son parte todos nosotros. Pero ojo, con esto no
estoy justificando la violencia ni el odio irracional contra algo o alguien,
solo expongo algo que bien podría ser una realidad, todos somos violentos por
naturaleza, no me digan que nunca ha sido agresivos con algo o alguien, que por
muy calmados y pacifistas que sean no hay una pequeña parte de ustedes que
busca su dosis de violencia, ya sea en la televisión, películas, comics, la
música o cualquier otra forma de expresión humana; hay algo primitivo y
violento en todos nosotros, me atrevería a decir que en todos los animales
(porque si niños, los humanos somos animales) pues hasta el animal más tierno e
“indefenso” como puede ser un conejo, muerde y rasguña; la diferencia es que
nosotros hemos aprendido a controlarlo y/o canalizarlo.
Y
creo que justo ahí radica el punto central de esto, la violencia y el odio son
inaceptables y son cosas que muchos (incluida yo) tratan de erradicar pero el
problema es que es imposible lograr que los numero lleguen a cero (porque siempre
habrá idiotas en el mundo que busquen el mino pretexto para odiar al prójimo),
pero si se puede reducir el porcentaje, el detalle que yo veo aquí, son los
métodos para lograr esa reducción de la violencia. La mayoría de las personas
ven la violencia como una enfermedad, un cáncer que afecta a la humanidad y
como tal puede ser curado, extirpado o tratado pero la cuestión es que no es
tan fácil pues como lo menciono Freud la violencia forma parte de nosotros (que
independientemente de si se equivocó o no en otros de sus postulados, deben
admitir que este tiene mucho sentido) y tan es así que hay quien habla de un
gen de la violencia/agresividad, así que no me parece que esto sea tan sencillo
como “curar” una enfermedad, porque en principio no estamos enfermos (esto es
como con la homosexualidad), es parte de todo ser vivo, el verdadero problema
es que no hemos aprendido a canalizar nuestra agresividad de manera correcta o
que al menos no cause daños a terceros.
El fin de semana fui a ver la película de
assassin´s creed (que estuvo regular, no fue tan mierda como dice la crítica) y
el plot de esta giraba en torno a la violencia, pues aquí la excusa de los
templarios para encontrar el fruto del edén es que Sofía Rakin (la hija del
templario principal de la saga) quiere “curar” a la humanidad de la violencia
(como si fuera un virus) y su forma de hacerlo es quitándonos el libre albedrio
(cosa que el fruto puede hacer) pues este es el origen de la rebeldía, la agresividad
y por ende la violencia. Se dan cuenta de lo truculento que suena eso, el libre
albedrio es un problema porque nos hace rebeldes y eso nos hace agresivos,
¿ósea que ser marionetas sin voluntad es mejor? Tal parece que la gente
confunde la paz con ser zombies con lobotomía, pues si bien todo lo anterior es
ficción, hay mucha gente que a tratad de encontrar una “cura” para la
violencia, estudiando el gen que supuestamente la provoca o nos predispone a
ella. Algunos de los discursos “pacifistas” que basan sus argumentos en esto
suenan más como que unos cuantos tienen la razón y por tanto “ellos preservaran
la paz convirtiendo a todos los demás en perros amaestrados sin voluntad que
obedezca a sus maravillosas y justas ordenes sin rechistar”; esto suena más a
1984 de Orwell que a un discurso pacifista, pues hasta el mismo Gandhi dijo "Si hay violencia en nuestros corazones, es
mejor ser violentos que ponernos el manto de la no violencia para encubrir la
impotencia" es mejor ser violentos pero sinceros y coherentes que
adoptar la no violencia hipócritamente.
Ahora
bien, si la violencia es parte de nosotros ¿qué podemos hacer entonces?
¿Resignarnos a que vivir en un mundo violento y salvaje donde nadie está a
salvo? Es una posibilidad…no, no es cierto; si la historia de la humanidad nos
muestra que hemos avanzado como especie a base de madrazos, de guerras y
revoluciones, de muerte y destrucción, pero también nos muestra que hay otros
caminos, ha pasado mucho tiempo desde que vivíamos en la cavernas hasta ahora
que debemos aprender a convivir en un mundo híper-poblado y que por tanto, se
ha convertido en un barril de pólvora que la mínima chispa lo encenderá. Ya no
podemos seguir arreglando nuestros conflictos a punta de chigadazos (¿o sí?…
¡No!) o al menos no todos, tenemos que aprender a convivir y aceptar que
siempre habrá gente diferente a nosotros, en todo sentido, pero eso no es razón
para tratarlos como basura, podemos detestar a alguien pero creo que un gran
síntoma de madurez es saber ser cordiales con alguien aunque nos caiga como
patada en los huevos, es un ser humano y por despreciable que sea merece que al
menos intentemos mantener un mínimo de cortesía (ya si de plano es muy idiota
ahora si ya le pueden dar un putazo).
La violencia está en nosotros, es nuestra
naturaleza pero no solo ha engendrado cosas malas, ni tampoco violencia implica
necesariamente madrearse al otro, insultarlo o lastimarlo; la rebeldía también
implica agresividad, la música, el deporte, el baile y el arte de convencer al
otro implican un poco de agresividad, implican ser un poquito violento en pos
de crear algo nuevo o lograr algo. Si no fuéramos agresivos nunca nos
levantaríamos contra las injusticias ni los gobiernos abusivos, no seriamos
capaces de crear música tan conmovedora y apasionada como la de Beethoven,
Mozart o más recientemente el heavy metal, el soul o el hard rock; no habría
bailarines ni atletas tan apasionados como los que hoy tienen sus nombres entre
las páginas de la historia de sus disciplinas y eso aplica a muchas otras
cosas. La agresividad en sí misma no es mala, es adaptativa y tiene una razón
de ser, si fuéramos seres pasivos no hubiéramos sobrevivido, porque pues sí, la
naturaleza es cruel, violenta e implacable pues no espera ni perdona a nadie. Nos
ha permitido sobrevivir pero creo que debemos adaptarnos pues sino
desapareceremos (selección natural, hermosa y culera selección natural); no
podemos seguir siendo violentos sin control como lo hemos sido hasta ahora,
debemos aprender a canalizar la violencia, no a suprimirla (como quiere mucha
gente), pues para muestra lo que paso en Noruega hace unos años, uno de los
países con el más bajo índice de criminalidad del mundo y sin embargo de ahí
salió un puto loco con ideas terroristas a matar a quien pudiera o Japón, que
siendo uno de los países más seguros del mundo, tiene uno de los índices de
suicidios más elevados (así como de otros padecimientos mentales). El suprimir
la agresividad que hay en nosotros, nos ha convertido en hoyas de presión que a
la menor provocación explotamos, pues no liberamos poco a poco esa violencia;
esto es como el sexo o el alcohol, mientras más lo prohíbas y lo intentes
suprimir en la sociedad más problemas obtendrás pues la gente no puede
simplemente negar algo inherente a su naturaleza (con el alcohol no estoy muy
de acuerdo pero bueno la crisis de la prohibición en USA tal vez diga lo
contrario).
Y
seguro están pensando ¿y cómo se supone que lograremos desfogar correctamente
esa violencia? Pues a través de la creación. Mucha gente piensa que si escribes
o dibujas cosas violentas necesariamente eres un psicópata (en primera un
psicópata no necesariamente será un asesino, pero esa es otra historia) o que
si te gusta la música, películas o videojuegos violentos eres un loco, yo creo
que no necesariamente es así, estos son válvulas de escape para la agresividad
que hay dentro de nosotros; ya sea mediante el deporte, las artes o viendo imágenes/escenas
violentas descargamos la agresividad, de modo directo o indirecto, como al
dibujar violencia o consumir videojuegos o películas violentas donde estamos
cumpliendo una fantasía, estas cosas activan el circuito de la recompensa dentro
de nuestro cerebro y nos sentimos bien al hacerlo, y esto no implica necesariamente
que seamos unos desequilibrados mentales, es como si un adolescente busca
consumir pornografía o se entusiasma con las escenas picantes de una película de
acción, es normal y natural, pues son válvulas de escape para un impulso tan
humano y natural como es la sexualidad. ¿Se han preguntado alguna vez porque
existen películas como la purga? En primera porque las restricciones creativas
en cuanto a que tan transgresora puede ser una película mainstream se han
relajado, pero también porque cumplen con una fantasía muy humana, la de poder
hacer lo que queramos sin restricciones ni consecuencias, dar rienda suelta a
nuestros impulsos y liberar a la bestia que hay dentro de nosotros. La fantasía
nos permite canalizar los impulsos violentos del mismo modo en que las artes o
el deporte nos permiten encausar nuestra agresividad en algo positivo y muchas
veces constructivo, pero esta gran disponibilidad de estímulos audio visuales
violentos también conlleva un problema y esa es la otra cara de la moneda.
Si
bien la violencia es parte de nosotros y debemos aceptarla para encausarla, también
es cierto que en nuestra sociedad híper-conectada y con gran disponibilidad de
la información, cada vez nos desensibilizamos más ante la violencia y
eso es un problema, pues esto genera que no sepamos distinguir del todo la
realidad de la ficción y nos convertimos poco a poco en bestias sin
sentimientos que solo buscan su satisfacción aun a costa de los demás y esa es
la violencia que debemos combatir, aquella que solo busque el beneficio
personal sin escrúpulos (como la guerra) o la dominación de uno sobre otro
(como lo que decía de assassin´s creed al inicio), la violencia que solo busque
lastimar por lastimar, que no sea constructiva y que nos acerque más a
convertirnos en seres primitivos sin empatía. Esa violencia debe combatirse, pero
no creo que la solución sea eliminar el libre albedrio, ni aislar un gen para modificarlo
o prohibir los materiales violentos (pues la historia nos ha enseñado que estas
prohibiciones de poco sirven) sino en la educación, en el sentido más amplio de
la palabra, educación ética, de principios y valores, para que entendamos que más
allá de nuestras diferencias todos somos humanos y merecemos respeto o al menos
cortesía, es mas todo ser vivo merece un mínimo de respeto. Creo que la
guerra no debería ser contra la agresividad (pues en sí misma no es ni buena ni
mala) sino contra el odio, la ignorancia, la falta de ética y escrúpulos, la violencia para la dominación/opresión sobre el otro que
son los que generan dolor y sufrimiento al prójimo.
Y
ustedes que opinan ¿están en contra o en favor de la violencia?, ¿Creen que la
agresividad es parte de nuestra naturaleza? Espero sus comentarios. Me despido
y nos leemos la próxima vez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario