“El hombre no puede obtener nada sin
dar primero algo a cambio. Para crear, algo de igual valor debe perderse. Es la
primera ley de equivalencia de intercambio.
En ese entonces creíamos que esa era
la única verdad del universo.”
Así
comienza cada capítulo de Fullmetal Alchemist, uno de los mejores shonens de la
historia del anime; pero ese no es el punto ahora. Empecé esta entrada con esa
cita por lo que implica creer en esa ley; implicaría creer que todo en el mundo
es proporcional, que cada esfuerzo que hagas por conseguir algo, forzosamente
te será recompensado. Suena a un mundo ideal ¿no? Donde las cosas son justas y
equitativas. Pero muy como ocurrirá con nuestros protagonistas, tarde o
temprano uno se da cuenta que tal cosa como el “intercambio equivalente” no
existe, que es un cuento que nos contamos para tratar de consolarnos ante lo
absurda e injusta que es la vida. Y digo esto porque, esta ley alquímica
ficticia puede funcionar como analogía del mito de la meritocracia. Porque si,
ya va siendo hora de enfrentar la realidad, tal cosa no existe, el mundo no
siempre te recomenzara de manera justa por tu esfuerzo, es más, muchas veces ni
siquiera te dará una recompensa. Es por eso que el mundo no te debe nada, ni a
ti, ni a mí, ni a nadie.
Pero
vayamos al principio ¿Qué demonios es esto de la meritocracia? Pues se refiere a
la creencia de que solo las personas que se esfuerzan o “hacen méritos” merecen
cosas buenas o que solo así se podrá progresar. Ejemplos prácticos de esto son
pensamientos como “los pobres son pobres porque quieren” “si no has conseguido
algo es porque no te has esforzado lo suficiente” y cosas similares. Estas
ideas me hacen pensar en la ley de FMA porque tal parece que desde esta postura
el mundo te debe algo, si tú te esfuerzas, el mundo debería darte algo a
cambio, pero las cosas no funcionan así. Hay gente que se pasa toda su vida
partiéndose el lomo, trabajando como burro de sol a sol y aun así no logran
salir de la pobreza, y también hay gente que nació rica y solo debe preocuparse
de heredar, si puede que deba esforzase algo para mantener el dinero, pero seamos
honestos no tanto como una persona que nació sin nada. Y si, sé que seguro
están pensando cosas como “esos son pretextos de gente huevona y mediocre” (que
por cierto dedicare una entrada a hablar de la mediocridad) “no sirve de nada
culpar al sistema si no haces nada para mejorar por tu cuenta” o incluso “es
que no eres feliz porque no te esfuerzas” porque esto también aplica a las
ideas sobre la salud mental.
Y
miren, no voy a negar que evidentemente uno no puede esperar a que las cosas le
caigan del cielo por arte de magia (como en aquel capítulo de Bob esponja sobre
la caracola mágica) pero trabajar como burro tampoco es el único factor en
juego para que una persona pueda salir adelante. Tenemos que dejar de ver las
cosas en términos absolutos y micro; hay que aceptar que hay factores que
escapan a nuestro control y que influyen en el éxito que podamos tener en la vida.
Cosas como el dónde y cuándo nacimos, la familia y estrato económico que nos tocó,
las oportunidades de educación, salud y trabajo a las que se pueda acceder y
mil cosas más, entre ellas la suerte.
Y
habrá quien diga que con esto último estoy contradiciendo lo de no esperar que
las cosas te caigan del cielo, pero no es así. Con lo de la suerte me refiero a
que uno puede chingarle cabron toda la vida, pero aun así no conseguir gran
avance, simplemente porque no tuviste suerte, suerte de toparte con la persona
correcta en el momento justo, de no tener N contacto, de no tener acceso a tal
lugar o medio, etc. La suerte (igual que la inspiración) tiene que encontrarte
trabajando, pero desgraciadamente hay personas para las que nunca llega. Como
ejemplo pongo a J.K. Rowling, ella tuvo suerte de que su manuscrito le gustara
a la hija del editor que finalmente le dio luz verde, y más aun de que su padre
tomara en cuenta la opinión de su hija. Si, Rowling se esforzó, y persevero
hasta que alguien acepto publicarla, pero aun ahí, tuvo suerte de que su libro
se convirtiera en un fenómeno de tales proporciones, porque cabía la
posibilidad (que ya ha pasado) de que el primer libro fuera un hit, pero que
conforme avanzara la saga fuera perdiendo fuerza, o que desde el inicio la
recepción no fuera tan potente. Esas cosas estaban fuera del control de Rowling
e incluso de sus editores. Publicar a un escritor nuevo siempre será lanzar una
moneda al aire; seguramente no es una apuesta súper arriesgada, pues los
editores tienen un criterio para saber que una obra les saldrá mínimamente
rentable. La apuesta al lanzar la moneda es entre si será solo una novela
rentable o si se convertirá un best seller; y eso ya está fuera del control del
autor y la editorial.
Pongo
el ejemplo de Rowling porque a la gente le encanta hablar de este tipo de
casos, de gente que sufrió y estuvo al borde de la banca rota pero que gracias
a su esfuerzo y perseverancia logro salir adelante y triunfar. Si suena muy
bonito, pero se les olvida mencionar que, por cada Rowling, cada Jobs, Final
Fantasy y demás casos de éxito contra todo pronóstico, hay muchos que se
quedaron en el camino, que no lograron la meta y se quedaron en la ruina. Si
suena muy bonito eso de que el que persevera alcanza y que el esfuerzo es la
base del éxito, suena muy bonito como frase motivadora usar ejemplos de gente
que logro lo imposible, pero se nos olvida que esas personas son garbanzos de a
libra; esos casos son la excepción que confirma la regla. Y ojo, con esto no
estoy diciendo que todo vale mierda y que ya para que se esfuerzan si nada va a
cambiar, no. Lo que quiero decir con esto es que no se crean ciegamente aquello
de que el esfuerzo individual a fuerza les traerá recompensas equivalentes o
que solo por esforzarse el algo la vida les debe algo a cambio.
Voy
a retomar algo dicho por Cesar del canal Esquizofrenia natural, para ejemplificar
mejor mi punto. En un video sobre porque la pobreza no es un problema tan fácil
de eliminar, Cesar menciona que uno de los elementos del problema es que hay
gente que cree que por ser pobres o más bien por haber sufrido la pobreza y
haberse esforzado en luchar contra ella, el mundo les debe algo; que la vida
les debe retribuir ese esfuerzo a fuerzas. Y como lo dijo Cesar y yo lo llevo
diciendo todo el post, la cosa no es así, la vida no te debe absolutamente nada
por ninguna cosa que hagas, y si es que hay una retribución es muy seguro que
no se vea gran avance en lo inmediato.
En ese mismo
video Cesar menciona que el proviene de una familia bastante pobre y que creció
en un barrio bastante peligroso. La cosa es que, si bien y su hermano lograron
llegar a la universidad y escapar de la vida en las calles, por cada caso como
el suyo, hay 30 más que no lo lograron. Que es consiente que su caso es una
excepción nada más, que, si puede ser aspiracional, pero no por ello debe ser
tomado como algo que siempre puede pasar.
También
cuenta como sus bisabuelos provenían de una zona rural muy pobre, que emigraron
a la ciudad en busca de una mejor vida y como pasaron las de Caín por varias
generaciones hasta llegar a él, quien, si bien paso también muchas carencias,
logro vivir un poco mejor que sus ancestros. Y era a esto a lo que me refería
al decir que la mejoría (si la había) no sería inmediata. Tuvieron que pasar
varias generaciones para que gradual y muy lentamente, las condiciones de vida
de la familia lograron mejorar. Si, el esfuerzo es importante e indudablemente
ayudara a que las cosas mejoren, pero debemos entender que no siempre es
suficiente o que no siempre te tocara a ti ver los frutos de ese esfuerzo.
Esto
del esfuerzo lo he enfocado en el aspecto económico, pero aplica a
cualquier
cosa. No porque te esfuerzos en “conquistar” (ya he hablado de esto antes) a
alguien, el otro tiene que corresponderte igual; no porque te hayas matado en
la escuela para sacar el mejor promedio, el campo laboral te debe recompensar
con un gran trabajo. La vida no nos debe nada y esa actitud de creer que por
que sufrimos, porque nos hemos esforzado, porque soy bien buena gente, la vida,
a huevo, me debe dar algo a cambio, solo suele llevarnos a frustrarnos cuando
eso no pasa. Y la bola de nieve de la frustración solo crece más y más, lo cual
impide que logres salir de ese ciclo. Aceptémoslo, la equivalencia de
intercambio no existe y no siempre es tan fácil salir de la pobreza, de la
soltería o del desempleo. Lograr eso depende de muchos factores, algunos de los
cuales están fuera de tu control y no queda más que aceptarlo y seguir adelante
lo mejor que podamos; o sea, ser resiliente. Y, por otro lado, entender esto también
nos hace ser más conscientes de que los problemas sociales son mucho más complejos
de lo que solemos pensar y, por tanto, sus soluciones tampoco van a ser tan
fáciles.
Pues
vaya entrada un tanto pesimista me ha salido. La realidad es muy compleja, más
de lo que pensamos y también a veces, más de lo que quisiéramos. Así que, bueno
y a todo esto, ¿ustedes que opinan? Me encantaría leer sus comentarios. Muchas
gracias por leerme, me despido y nos leemos la próxima vez.
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